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JPMorgan apuesta a que el alza del 46% en los bonos argentinos no terminó


JPMorgan Chase Co. apuesta a que las mayores alzas de bonos en el mundo están lejos de haber terminado.

El banco con sede en Nueva York compró US$3.250 millones en bonos argentinos de Repsol SA en una apuesta a que los títulos subirán y no los ha asegurado, según una persona con conocimiento directo de la estrategia del banco. Pagó US$2.800 millones por la deuda a 10 años, o aproximadamente 86,6 centavos de dólar, y mantendrá algunos de los bonos a más largo plazo, dijo una fuente que pidió no ser identificada porque no estaba autorizada a hablar públicamente sobre el asunto.

Los bonos de la Argentina, calificados siete niveles por debajo del grado de inversión, aumentaron 46 por ciento en el pasado año, el nivel más alto entre la deuda gubernamental de mercados emergentes, mientras el país repara sus vínculos con el Fondo Monetario Internacional e intenta frenar una caída de las reservas extranjeras que utiliza para pagar deuda. El gobierno ofreció títulos Bonar con vencimiento en 2024 a Repsol, con sede en Madrid, a título de compensación después de apropiarse del 51 por ciento de YPF SA hace dos años, como parte de un paquete con un valor nominal total de US$5.320 millones.

El acuerdo de Repsol

JPMorgan vendió algunos de los títulos y mantendrá otros con la intención de venderlos con una ganancia, dijo la persona, sin revelar cantidades. Verónica Espinosa, portavoz del banco, se negó a hacer comentarios sobre el acuerdo.

Daniel Pinto, que se convirtió en el único máximo responsable ejecutivo de Banca Corporativa e Inversión de JPMorgan en marzo después de trabajar 12 años en la unidad de mercados emergentes del banco, es argentino. Según una biografía de JPMorgan, Pinto trabajó en los años 1990 como jefe de ventas de Chemical Bank en Buenos Aires, donde era responsable de clientes en Argentina, Uruguay y Paraguay. Pinto se negó a hacer comentarios para este artículo.

Repsol vendió los bonos con vencimiento en 2024 a JPMorgan y acordó no vender los títulos restantes durante siete días después del cierre de la transacción. JPMorgan vendió algunos de los títulos con vencimiento en 2024 en unos 86,75 centavos de dólar a por lo menos dos firmas de inversión, según dos personas familiarizadas con las transacciones.

Precio justo

En vista de los precios de otros bonos gubernamentales argentinos, los títulos con vencimiento en 2024 deberían subir unos 8 centavos, a 96,5 centavos de dólar, con un rendimiento del 9,4 por ciento, según un informe del 12 de mayo de los estrategas Jeff Williams y Guillermo Mondino de Citigroup Inc.

JPorgan, que abrió su primera oficina en Buenos Aires en 1978, vendió aproximadamente la mitad de los bonos, según Michael Roche, un estratega de Seaport Global Holdings LLC. El país no ha emitido bonos internacionales desde que entró en un incumplimiento de pago de deuda por US$95.000 millones en 2001. El país reestructuró el 93 por ciento de la deuda en 2005 y 2010.

“Han demostrado que son capaces de acceder a los mercados de capital internacionales”, dijo Roche en una entrevista telefónica desde Nueva York. “Seguimos viendo un incremento estable en la cantidad de inversores interesados en estar expuestos a la Argentina”.

Joshua Rosner, director gerente y analista bancario de Graham Fisher Co., dijo que JPMorgan está haciendo una apuesta riesgosa.

“Tal vez estén apostando a que el gobierno, finalmente, actúe de manera racional”, dijo Rosner en una entrevista telefónica desde Nueva York. “Si no lo aseguran, y lo retienen para sus propias carteras, es algo inmensamente riesgoso de hacer, especialmente si se consideran las declaraciones y acciones del gobierno”.

Los esfuerzos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de enmendar las relaciones con los acreedores externos y la perspectiva de un nuevo gobierno después de las elecciones del año próximo desatarán más alzas de los bonos, dijo Roche, de Seaport Global.

La Argentina modificó sus índices de datos económicos a comienzos de este año a pedido del FMI, que había censurado al país por ofrecer cifras imprecisas de inflación y crecimiento en 2013. También llegó a un acuerdo con cinco compañías en el brazo de arbitraje del Banco Mundial y está en negociaciones con el Club de París.

“Los inversores están bastante convencidos de que una nueva fuerza política en las nuevas elecciones seguirá normalizando las relaciones del país con los inversores internacionales”, dijo Roche.

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