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Opinión: IPoM de junio despeja el camino para un mayor estímulo monetario


En el IPoM de septiembre de 2013 el Banco Central proyectaba que en 2014 la economía crecería entre 4% y 5% y en el Informe de junio este rango se ajustó a 2,5%-3,5%. En este lapso el cambio en el escenario internacional ha sido bastante modesto, a tal punto que los socios comerciales de Chile crecerán exactamente lo mismo que lo previsto hace nueve meses.

¿Qué pasó entonces? Las condiciones locales se han deteriorado a tal punto que la demanda interna crecerá este año un magro 1,7% como consecuencia de un cambio abrupto en las perspectivas de la inversión, la que tendrá la primera contracción anual desde la recesión del año 2009. Otras economías emergentes y exportadoras de materias primas se han desacelerado, es verdad, pero ninguna con la intensidad que estamos viendo en la economía chilena. 

Así las cosas, el crecimiento de este año se sustentará principalmente en el aporte que puedan hacer dos componentes del producto: las exportaciones netas y el gasto público. Por su parte, la disipación de la incertidumbre respecto de la discusión tributaria y los incentivos que ésta termine otorgando a la inversión, podrían dar un impulso transitorio no menor a partir del cuarto trimestre.

Para 2015 el Instituto Emisor proyecta un crecimiento apenas sobre 4%. No es clara la visión del Banco Central en relación al crecimiento potencial y hubiese sido deseable tener más información al respecto en este Informe. Hasta marzo señalaba que el crecimiento potencial se ubicaba en torno a 5%, mientras que el Informe de junio no hizo una referencia a una cifra explícita, justo en momentos en que el mercado se ha movido a corregir a la baja esta variable, con intensidades diversas. 

Además del ajuste en crecimiento, el Banco Central revisó al alza la proyección de inflación para el cierre del año desde 3% a 4%. De acuerdo con nuestras proyecciones, en el escenario más probable y de no mediar shocks de oferta, veremos desde este mes variaciones mensuales del IPC bastante más acotadas que las vistas los primeros cinco meses del año, que llevarán paulatinamente a la inflación a converger a la meta del Banco Central. Además de la creación de holguras de capacidad, tendremos aportes no menores de la baja en los cargos de acceso de la telefonía móvil y, a partir de julio, del nuevo mecanismo de estabilización de precios de los combustibles, Mepco. 

De concretarse nuestra previsión de una inflación más contenida en los próximos meses, se abren espacios para un estímulo monetario mayor a los dos recortes que proyecta el Instituto Emisor de aquí a fin de año. En BBVA Research no descartamos que la TPM se ubique por debajo del 3,5% implícito en el precio de los activos, con el primer recorte tan pronto como en la reunión de julio. 

Hermann González, economista BBVA Research.

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