Los tenedores de bonos de Colombia se han convertido en los mayores perdedores de América Latina conforme los ataques rebeldes en explotaciones petroleras ponen en peligro la producción y el gobierno planea más ventas de deuda.
Los pagarés del país con denominación en pesos han caído seis veces el promedio de los mercados emergentes desde el 16 de junio, cuando el sabotaje de la guerrilla marxista, las protestas de comunidades y los retrasos por motivos medioambientales llevaron a Colombia a reducir las estimaciones de producción petrolera en el plan de financiamiento de este año. La caída de 1,4 por ciento de los bonos coincide con la decisión del Ministerio de Hacienda de elevar su pronóstico de déficit presupuestario y aumentar 1 billón de pesos (U$531 millones) las subastas de deuda locales.
Si bien el precio de la mayor exportación de Colombia sube al nivel más alto en nueve meses, los inversores se hacen más pesimistas en relación con la solvencia del país en tanto declina la producción de petróleo.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo la semana pasada que la producción de crudo es su “mayor preocupación”. El plan de financiamiento revisado contempla un déficit presupuestario de 2,4 por ciento de la economía para 2014, más que lo estimado con anterioridad.
“Para Colombia es una situación muy difícil”, dijo Nader Nazmi, un economista para América Latina de BNP Paribas SA, en entrevista telefónica desde Nueva York. “El plan de financiamiento reconoce que algunos de los objetivos de producción petrolera eran demasiado optimistas. Van a enfrentar desafíos fiscales”.
La mayor emisión de bonos no se relaciona con la producción de crudo y le permitirá al gobierno contar con niveles más altos de efectivo para fin de año, dijo el Ministerio de Hacienda en una respuesta por correo electrónico.
Rendimientos de los bonos
Los rendimientos de los bonos en pesos de referencia de Colombia con vencimiento en 2024 subieron 0,28 puntos porcentuales en los dos días posteriores a los planes de venta revisados, el mayor incremento en un año, y llegaron a 6,59 por ciento. Los rendimientos eran de 6,5 por ciento el 20 de junio. El peso se ha debilitado 0,1 por ciento desde que se anunció el pronóstico revisado de petróleo, lo que contribuye a que los inversores pierdan en términos de dólares.
Colombia subastará 19,3 billones de pesos de bonos en moneda local en el mercado interno este año, más que lo previsto antes, que sumaba 18,3 billones de pesos.
En los primeros cinco meses de este año hubo 57 ataques a oleoductos colombianos, según datos del Ministerio de Defensa. El oleoducto Caño Limón-Coveñas, el segundo más grande de Colombia, reanudó las operaciones el 25 de mayo luego de dos meses de inactividad como consecuencia de ataques rebeldes.
El grupo autóctono U’wa, que afirma que los derrames de petróleo han contaminado su reserva, impidió que las fuerzas de seguridad y los ingenieros de la compañía petrolera Ecopetrol SA, que controla el estado, repararan el oleoducto.
Los dos meses de parálisis redujeron más de dos millones de barriles la producción de Ecopetrol en tanto se agotaba el espacio de almacenamiento. Caño Limón sufrió un nuevo ataque con explosivos la semana pasada, lo que interrumpió el transporte.
