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Argentina rechaza conversaciones con fondos buitres en tanto se acerca plazo para impago y mercado apuesta a un acuerdo


A menos de tres semanas de que Argentina entre en default, los funcionarios del gobierno aún no se han reunido con los fondos de cobertura que obtuvieron un fallo judicial que le impide al país hacer pagos de intereses de bonos a antes de pagarles a ellos US$1.500 millones.

“No hemos visto indicio alguno de seriedad de Argentina ni siquiera en cuanto a iniciar una negociación”, dijo el 11 de julio NML Capital, uno de los tenedores de bonos del impago argentino que demandó en busca de su reembolso completo.

Si bien representantes de NML y de Argentina se reunieron la semana pasada por separado con un mediador designado por la corte en Manhattan, no ha habido conversaciones directas pasado casi un mes desde que la Suprema Corte de los Estados Unidos se negó a escuchar la apelación argentina del caso. Argentina tiene tiempo hasta el 30 de julio para hacer un pago de sus bonos en circulación –que no puede hacer antes de llegar a un acuerdo con NML- o entrar en cesación de pagos por segunda vez en 13 años.

Si bien un acuerdo con los llamados acreedores “holdout” es probable, “cuesta imaginar que se produzca pronto”, dijo en una respuesta por correo electrónico Federico Thomsen, director de la compañía de análisis E.F. Thomsen, que tiene sede en Buenos Aires. “Es probable que en las próximas semanas observemos fluctuaciones de los mercados entre el optimismo y ocasionales temores conforme se hagan visibles fricciones y obstáculos”.

Argentina, cuya selección nacional de fútbol perdió la final del Mundial de Fútbol ante Alemania, experimentó la semana pasada el mayor aumento en 19 meses de sus bonos en dólares con vencimiento en 2033. Los precios alcanzaron el nivel más alto en tres años ante la especulación de que el país avance en lo relativo a un acuerdo para resolver el caso. NML ha dicho que estaría dispuesto a aceptar una combinación de efectivo y nuevos bonos para zanjar la disputa.

Reunión en Manhattan

Jay Newmn y Lee Grinberg, administradores de dinero de Elliott Management Corp., la empresa matriz de NML, salieron de las oficinas del mediador Daniel Pollack en Manhattan el 11 de julio, poco después de que lo hicieran funcionarios argentinos. Si bien ambas partes le presentaron sus argumentos a Pollack, no lo hicieron en presencia de la otra parte, dijo Pollack en una declaración después de las reuniones. “No se ha llegado a ninguna resolución”, dijo Pollack. “Espero que en el futuro haya diálogo”.

La batalla legal deriva del impago récord de US$95.000 de Argentina de 2001. El país reestructuró alrededor del 92 por ciento de la deuda en 2005 y 2010 e impuso descuentos de aproximadamente 70 por ciento. Algunos acreedores, Elliott entre ellos, rechazaron los canjes de deuda para buscar mejores condiciones por la vía judicial.

La Suprema Corte de los Estados Unidos dejó intacta el 16 de junio la decisión que prohíbe a Argentina pagar deuda reestructurada a menos que los tenedores de bonos impagos reciban un pago completo. Un juez de los Estados Unidos bloqueó el 27 de junio un pago de intereses de US$539 millones.

Funcionarios argentinos dijeron la semana pasada al mediador que es necesario una postergación de esa disposición para mantener conversaciones. Un acuerdo hace que se corra el riesgo de desencadenar US$15.000 millones de reclamos adicionales por parte de otros tenedores de bonos, ha dicho el ministro de Economía, Axel Kicillof.

“Argentina está abierta a continuar un diálogo que permita llegar a una solución en condiciones justas, equitativas y legales para el 100 por ciento de los tenedores de bonos”, dijo ayer el Ministerio de Economía en una declaración luego de las conversaciones.

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