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Opinión: Expansión Monetaria no Resolverá el Problema Económico de Chile


El Banco Central continúa relajando las condiciones monetarias con la esperanza de poder detener la desaceleración de la economía. Sin embargo, a casi un año de haber iniciado el presente ciclo de relajamiento, las autoridades no han logrado revertir la desaceleración del crecimiento, por la sencilla razón de que la debilidad económica es más estructural que coyuntural.

La persistencia del Banco Central por querer utilizar la política monetaria como instrumento para generar crecimiento podría poner en riesgo la estabilidad macroeconómica, en un país que enfrenta desequilibrio externo y presiones de demanda sobre la inflación.

En julio, redujo su tasa rectora en 25 puntos base, para ubicarla en 3.75 por ciento, bajo el argumento de una continua debilidad económica. Este fue el tercer recorte de tasas este año y el quinto desde que la economía empezó a desacelerarse en 2013. Así, la tasa de interés se ha recortado en 125 puntos base desde el año pasado.

La economía efectivamente continuó mostrando debilidad en mayo, al crecer a una tasa anual de sólo 2.3 por ciento, comparada con tasas cercanas a 6 por ciento a finales del 2012. La prolongada expansión monetaria implementada por el instituto emisor no ha detenido la desaceleración económica, por el contrario, ha estimulado un exceso de demanda interna que se ha acomodado en el déficit externo y en la aceleración de la inflación. La inflación ha aumentado desde una tasa anual de 1.5 por ciento a finales del 2012 hasta un 4.7 por ciento en mayo, aunque se moderó transitoriamente a 4.3 por ciento en junio.

Las autoridades monetarias deberían considerar que la debilidad económica no se puede resolver mediante estímulos de política transitorios, puesto que tiene raíces estructurales. También es necesario tomar en cuenta que la expansión monetaria prolongada solo empeorará los desequilibrios, lo que a su vez requerirá de ajustes de política más severos en el futuro.

A fin de reducir las presiones de demanda sobre importaciones y precios, las condiciones monetarias deberán volverse neutrales en el futuro cercano. Con ello, se permitirá que la economía regrese a su crecimiento natural sin el freno que impone la ampliación de la brecha externa.

Por Alfredo Coutiño, Director para América Latina
Moody’s Analytics.

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