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Franceses millonarios que escapan de los altos impuestos de Hollande encuentran refugio en Portugal


El agente inmobiliario de Lisboa Paulo Silva dice que el mercado de propiedades de Portugal tiene que darle las gracias a un francés. A François Hollande, justamente.

“Los impuestos del presidente francés están llevando a muchos a irse de su país”, dijo en una entrevista Silva, que dirige la agencia inmobiliaria Aguirre Newman. “Muchos de estos franceses ricos están viniendo a Portugal para aprovechar una serie de beneficios fiscales que son mejores que en otros países”.

Un aumento de los impuestos de 70.000 millones de euros (US$94.000 millones) en Francia en los tres últimos años y las exenciones fiscales establecidas por Portugal están llevando a los franceses ricos a buscar casas en el país que abraza el Océano Atlántico. Si bien hace tiempo que el sol, la arena y el mar de Portugal atraen a inversores inmobiliarios, ahora los franceses superaron a los británicos, que solían ser el grupo más grande de compradores extranjeros de casas en el país antes de que éste solicitara un rescate en 2011 y los precios inmobiliarios cayeran.

Sotheby’s International Realty ha visto a montones de inversores franceses comprando lujosas propiedades portuguesas, dijo el director ejecutivo de la empresa en Portugal, Gustavo Soares, este mes.

“Los franceses fueron nuestros mayores clientes extranjeros en el primer semestre del año seguidos de los brasileños y británicos”, dijo Soares en una entrevista. Los beneficios fiscales que está ofreciendo Portugal a los extranjeros han sido “extremadamente importantes” para atraer a los inversores franceses, dijo.

Los precios de las casas portuguesas subieron 4 por ciento en el primer trimestre con respecto al mismo período un año atrás, el mayor aumento desde por lo menos 2010, dijo el Instituto Nacional de Estadística el 1 de julio.

Sin impuestos

Nuno Durao, responsable de la empresa inmobiliaria Fine Country en Portugal, relata una historia similar.

Después de no vender ni una sola casa a un francés en más de un decenio, este año cerró cinco acuerdos por 1 millón de euros, todos con inversores inmobiliarios de Francia.

“Los franceses finalmente están viniendo a Portugal”, dijo Durao en una entrevista. “Les gusta nuestro país pero más les gusta nuestro régimen fiscal”.

Según el llamado programa para residentes no habituales de Portugal, la pensión de retiro de extranjeros pensionados que llegan para vivir en el país puede quedar exenta de impuestos siempre que sea pagada por una fuente extranjera. Francia, por su parte, sólo grava a sus residentes.

“Esto significa que la pensión puede terminar no siendo gravada”, dijo Louis Filipe Sousa, administrador fiscal en PricewaterhouseCoopers de Lisboa.

Hollande, el primer presidente socialista francés desde que François Mitterrand terminó su mandato en 1995, amplió un régimen fiscal que ya su predecesor, Nicolas Sarkozy, había vuelto más gravoso. Ha dejado a Francia con la carga impositiva más alta de la eurozona.

Una de las primeras medidas de Hollande cuando conquistó el poder en mayo de 2012 fue impulsar un impuesto de 75 por ciento sobre los ingresos anuales superiores a 1 millón de euros y elevar el impuesto sobre las ganancias de capital.

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