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Banco Central vuelve a recortar TPM en línea con lo esperado, ignorando presiones inflacionarias


Si bien el mercado anticipaba un nuevo recorte, el Grupo de Política Monetaria de la Universidad de Chile había recomendado mantener la tasa al Banco Central. Sin embargo, éste mantuvo las decisiones de las últimas reuniones y bajó la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base a 3,25%.

En su comunicado, el Banco Central explica que el nuevo recorte se debe a los antecedentes de la actividad, la demanda y el empleo que siguen dando cuenta del bajo dinamismo de la economía chilena. Pese a eso la tasa de desempleo se mantiene baja y la tasa de crecimiento anual de los salarios nominales siguió aumentando.

La entidad proyecta que las expectativas de inflación de mediano plazo se mantienen en torno a 3%, aunque aumentaron para fines de este año. El escenario más probable sigue considerando que la inflación se mantendrá por algunos meses por sobre el límite superior del rango de tolerancia para retornar luego a la meta, evolución que se continuará monitoreando con especial atención.

Apunta también a que las condiciones de financiamiento local siguen siendo en general favorables, reflejando en parte el impacto del estímulo monetario.

Además agrega que “el Consejo evaluará la conveniencia de introducir un mayor estímulo monetario, de acuerdo con la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas, y sus implicancias para las perspectivas inflacionarias”.

Concluye que “reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política”.

Reacciones

BCI indicó que si bien las presiones inflacionarias que comenzaron a observarse durante el mes de agosto (con un 0,3% de IPC en agosto, por sobre las expectativas de 0,1%) seguirán presentes, el Consejo opta por seguir estimulando a la economía y tratar de evitar un escenario de contracción mayor al que ya hemos observado.

A su juicio, una de las preocupaciones que sin duda debió estar presente en la reunión de hoy, es el complejo escenario inflacionario de corto plazo. Tras el IPC de agosto, hay evidencia en cuanto a que la depreciación del tipo de cambio durante el último mes gatilló incrementos en precios más allá de lo que estaba previsto por el mercado.

Pese a eso, el BCI cree que fue una decisión correcta. “Estimamos que esa apuesta es la adecuada, pese a los impactos de mercado que observaremos dentro de los próximos días. Las expectativas de inflación aún se encuentran ancladas en el centro del rango meta, tal como lo observamos en las encuestas que conocimos esta semana, y tal como mencionamos, suscribimos a la posibilidad de que el escenario de presiones sobre la inflación será de corto plazo, donde un traspaso de tipo de cambio a precios se verá compensado con débiles cifras de actividad, principalmente en consumo, para lo que queda de este 2014”.

Los antecedentes siguen dando cuenta de una economía que está creciendo bajo su potencial, creando holguras de capacidad, las cuales se traducirán en menores precios. Es probable que esta tendencia continúe durante los próximos meses, y si bien la inflación sorprendió al alza, esto fue por incrementos puntuales en precios de algunos productos.

Según Santander, los últimos datos conocidos de actividad están en línea con nuestro escenario base, la economía sigue desacelerándose. Así, el tercer trimestre del año sería el más débil en materia de crecimiento económico. Con ello, este año el producto crecería 2,1%.

“Esta consolidación del escenario base, en el cual no se vislumbra una recuperación pronta de la actividad económica, justifican una nueva baja de la TPM. Con todo, creemos que habrá al menos otro recorte en la Tasa de Política Monetaria durante el año y es muy posible que el próximo sea en octubre o en noviembre, siempre y cuando las sorpresas inflacionarias sigan manteniéndose acotadas a algunos productos”, dijo Santander.

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