En la última década, han existido diferentes casos que pusieron en jaque y que obligaron a los gestores de ciertos negocios a pagar millonarias multas cuyos recursos provenían de su patrimonio personal. Entre los casos que podemos enumerar están las Chispas en 2005 o uno más reciente, como es el caso Cascada.
Pensando en este escenario, diferentes corredoras de seguros, entre ellas Lilienfeld, tienen una poliza que protege financieramente a los directores y máximos ejecutivos de empresa, por demandas que pueden ejercer terceros en contra de ellos por una supuesta negligencia a la hora de tomar una mala decisión dentro de los directorios. Esto tal vez no es novedad. Sin embargo, lo impactante en esto es cómo han aumentado este tipo de seguros en Chile. Debido a los “casos” financieros que han remecido al país, hoy ningún hombre de negocios quiere integrar un directorio si la compañía que lo quiere reclutar no le ofrece un seguro que lo cubra y no ponga en riesgo su patrimonio. Esa es la nueva tendencia en el país.
Así es como Directores, funcionarios, ejecutivos y miembros de Juntas Directivas de empresas comerciales, industriales o financieras que operen en el país y que deseen cubrir su patrimonio personal por demandas o reclamaciones de su actividad profesional, son quienes acceden a este seguro.
Esta póliza les garantiza, dentro de los límites de la ley y de acuerdo con las definiciones, límites y condiciones del contrato. Pero no garantiza otras áreas de responsabilidad, como pueden ser las causadas por daños personales o consecuenciales de una responsabilidad civil profesional.
Y es que la póliza busca proteger el patrimonio de los ejecutivos, por controversias legales que surjan derivadas de su gestión en la compañía, reembolsar a la compañía las pérdidas en que incurra con motivo de las demandas a directores y ejecutivos, proteger a la compañía contratante por pérdidas que deriven de las reclamaciones bursátiles o relacionadas con valores y demandas con motivo de materia de contaminación (con excepciones); no están cubiertas aquellas que surjan por aspectos nucleares, guerra o terrorismo, entre otros.
Los reclamos más frecuentes que se generan a raíz de este seguro es la falta de supervisión y/o negligencia en la gestión, mobbing o acoso laboral, que ha crecido notablemente durante el último tiempo, la mala decisión en la compra o venta de sociedades o activos, insolvencia, demandas por delito de estafa o falsedad de documentos, incumplimiento de contrato y otros temas como deficiente diversificación o información incompleta o incorrecta.
Es por esto que a anualmente aumenta la cantidad de personas y entidades que toman este seguro, principalmente para proteger sus intereses, los de sus empresas y Juntas Directivas, para no involucrar a trabajadores de sus compañías y hacer uso de la póliza.
Por Renato Lilienfeld
Gerente general de Lilienfeld Corredores de Seguros
Organizador del Congreso de Corredores de seguros de la WBN (29 de octubre y el 1 de noviembre en Chile).
