La calidad de los gobiernos corporativos en Chile sigue siendo tema de preocupación para los reguladores financieros. No han faltado razones, pues en los últimos tres años los casos La Polar, Enersis y Cascada han incidido en el debate respecto de la calidad de los directorios en Chile.
Las distintas superintendencias han venido tomando medidas al respecto. La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) emitió la norma 341 –consistente en un cuestionario de autoevaluación de las compañías–, la cual generó mucho ruido en el mercado, con emisores que incluso tacharon la iniciativa como inconstitucional. Luego el regulador de los bancos hizo lo propio con una norma a fines de 2013 y ahora es el turno de la Superintendencia de Pensiones (SP).
La entidad dirigida por Tamara Agnic emitió una norma en agosto, pero cuyas consecuencias se están viendo estos días. La autoridad estableció nuevos requisitos para los directores elegidos por las AFP, los cuales entran en vigencia el 1 de diciembre para quienes están inscritos en el registro de directores del regulador.
Los cambios son importantes. Si antes los requisitos eran acreditar estudios superiores y domicilio, más el currículum y una declaración jurada acreditando que no han cometido delitos, entre otros detalles menores, ahora tendrán que cumplir estándares de idoneidad y probidad mayores, y similares a los que rigen para los accionistas fundadores de una AFP, estándar que establece una larga lista de requisitos, entre los cuales destacan no haber tomado parte en actuaciones contrarias a las “sanas prácticas” financieras, más detalles de su comportamiento bancario.
Sobre este último punto, los futuros directores independientes tendrán que demostrar que no son deudores sometidos a un procedimiento de concursal de liquidación vigente, ni que registre protestos de documentos no aclarados en los últimos cinco años en número o cantidad considerable.
Además, la SP incorporó competencias técnicas para los candidatos al registro de directores, con tal de que estos tengan conocimientos específicos y de carácter técnico para desempeñarse en el cargo. De esta manera, se pide que ejerzan o hayan ejercido algún cargo de director, de gerente general o ejecutivo principal de una sociedad anónima abierta en Chile, u otra entidad semejante en el extranjero.
En un sentido similar, hoy la Superintendencia les pide competencias como las exigidas a los funcionarios de la Alta Dirección Pública. Esto es, responder por la gestión eficaz y eficiente de sus funciones, además de contar con un título profesional de una carrera superior a los 8 semestres de una universidad reconocida y acreditar una experiencia profesional superior a los 5 años.
Medida sorpresiva
La norma ha tomado por sorpresa a varios ejecutivos que figuran en el registro de directores independientes, considerando que por estos días varios están respondiendo a los nuevos requerimientos del regulador, pues la medida entra en vigencia en pocos días más, el 1 de diciembre.
Por tanto, todos los directores elegidos por las AFP en las próximas juntas de abril tendrán que cumplir dichos requisitos.
La iniciativa nació por recomendación del Consejo Técnico de Inversiones, presidido por Joaquín Echenique, quien fue designado en el cargo por el ex Presidente Sebastián Piñera en 2013. Desde la instancia, que tiene ocho integrantes, sostuvieron que la razón del cambio no nació necesariamente por los últimos casos financieros, sino por una tendencia general de ir exigiendo una mayor accountability a los ejecutivos.
En la actualidad son 328 las personas inscritas en el registro. Los efectos de la norma aún son inciertos; por lo pronto, son varios los ejecutivos que están en plena compilación de documentos para ponerse al día.
