Justo en un ambiente tensionado por reformas que buscan mejorar el profundo problema de desigualdad en el país, datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) confirman una reducción en la brecha entre la población de mayores y de menores ingresos.
En una nota del diario El Mercurio de hoy, se aborda que los dos deciles más bajos subieron sus ingresos totales –que incluyen salarios y subsidios– en casi un 40%, mientras que los dos deciles más altos crecieron entre un 4% y un 20%, de acuerdo a cifras de la entidad.
Según los datos de la “Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos” (NESI), publicada por el INE, el año pasado las familias pertenecientes al 10% más pobre de la población (primer decil) aumentaron sus ingresos en un 20% en comparación al 2010, vía ingresos autónomos o provenientes del trabajo.
Además, sus ingresos monetarios –que incluyen además las transferencias del Estado– crecieron 39% en los últimos cuatro años.
Cifras muy similares (en torno al 20% vía trabajo y 33% total) enmarcan al segundo decil.
La encuesta también muestra que las familias que representan el 10% de mayores ingresos aumentaron un 4% en el mismo periodo. El noveno decil, en tanto, creció un 20%.
En este sentido, la distribución de ingresos –que se mide entre los ingresos de las familias pertenecientes al 10% más rico de la población y el 10% más pobre–, tuvo una disminución entre 2010 y 2013: de acuerdo a los datos, esta relación cayó de 13 en 2010 a 11,3 en 2013 en términos de ingresos autónomos. Para ingresos monetarios esta razón pasó de 11,9 en 2010 a 8,9 en 2013.
Juan Carlos Feres, presidente de la Fundación Superación de la Pobreza, declaró a El Mercurio que esta mejoría en las cifras “estuvo impulsada por un alza en las remuneraciones, disminución de la tasa de desempleo y el superciclo de los commodities”, aunque a su juicio no maquillaría el hecho de que Chile “sigue siendo el país de mayor concentración distributiva en todo el conjunto de los países de la OCDE".
