La caída del cobre deja a las mayores compañías mineras del mundo sin refugio ante el derrumbe de las materias primas y la creciente presión para reducir gastos y dividendos.
La declinación del cobre ha desencadenado una liquidación de acciones mineras, entre ellas las de BHP Billiton Ltd., Glencore Plc y Rio Tinto Plc. El metal ha bajado 12 por ciento este año en la Bolsa de Metales de Londres, LME por la sigla en inglés, en medio de temores respecto de una desaceleración en China, el mayor consumidor de metales.
Luego de mantenerse en los últimos años, el metal por fin ha sucumbido a algunas de las mismas presiones que hicieron bajar el precio del petróleo, el carbón y el mineral de hierro. Las principales compañías mineras, algunas de las cuales sobrevivieron hace seis años a una breve caída de los precios mediante la obtención de más capital, continúan con su modelo diversificado: producir una variedad de materias primas diferentes con la esperanza de que no caigan todas al mismo tiempo. Podría no funcionar.
“En minería, la diversificación es una falsa diversificación”, dijo el martes Dan Rohr, un analista de Morningstar Inc. en Chicago. “La mayor parte de los metales industriales está relacionada con la misma fuente de crecimiento de la demanda: China”.
Las condiciones para la industria son tan malas, que es probable que lleguen a un punto en que no difieran tanto de la caída que siguió a la crisis financiera de 2008, dijo Rohr.
En ese momento, los precios de las materias primas se recuperaron al permanecer intacta la demanda china.
‘Desaceleración administrada’
Esta vez las cosas parecen diferentes. La caída del cobre de esta semana se produjo luego de que el Banco Mundial redujera su pronóstico de crecimiento global para 2015 y dijera que China experimentaba una “desaceleración administrada”.
“Hay pánico respecto del crecimiento global, lo que deriva en que los inversores abandonan las materias primas porque es lo más vinculado al crecimiento global”, dijo Paul Gait, un analista de Sanford C. Bernstein Ltd. en Londres.
La situación actual hace “imposible” para las compañías mineras aprobar nuevas inversiones de capital, dijo Gait. Es probable que se reduzcan los dividendos, opinaron Rohr, de Morningstar, y Jorge Beristain, un analista de Deutsche Bank AG.
El caso del cobre es especialmente llamativo porque hasta este año había salido relativamente ileso de los problemas macroeconómicos. Si bien cayó 14 por ciento en 2014, el crudo se derrumbó 46 por ciento y el mineral de hierro bajó 51 por ciento.
“El cobre había sido el refugio en un mar de precios declinantes de materias primas, y ahora hasta esa isla se está inundando”, dijo Beristain. “Es alarmante. ¿A dónde ir? No queda ni una palmera a la cual trepar”.
El petróleo y el mineral de hierro se cuentan entre los productos primarios que enfrentan una ola de nueva oferta alentada por los elevados precios anteriores.