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Operadores de bonos tradicionales en Wall Street van perdiendo terreno


En un tiempo, Sherman McCoy podía entrar en Pierce Pierce reclamando dinero a los gritos en los mercados de bonos con otros Amos del Universo.

Eso era en 1987. McCoy, el exitoso vendedor de bonos que es el centro de “La hoguera de las vanidades” tendría ahora 66 años, y casi no reconocería el mercado de bonos del Tesoro estadounidense.

Los operadores de bonos que definieron el éxito de Wall Street en los Ochentas –y que fueron inmortalizados por Tom Wolfe en su lograda novela- parecen estar perdiendo poder día a día.

En su lugar están los gerentes de cartera como Mark Macqueen, que están asumiendo un papel mayor en el mercado de deuda pública estadounidense a medida que retroceden los operadores tradicionales.

Esta situación no sólo está cambiando el equilibrio de poder en el mercado de bonos públicos más grande del mundo, sino que también está haciendo que negociar bonos del Tesoro estadounidense sea más difícil para todos. Antes, Macqueen podía negociar US$40 millones de bonos del Tesoro llamando a un operador. Ahora, se ve obligado a dispersar las órdenes en partes pequeñas en toda una serie de plataformas electrónicas y esperar que un operador muerda el anzuelo.

“La liquidez está dada por los clientes, no los operadores”, dijo Macqueen, veterano con 34 años en el mercado de bonos que tiene a su cargo US$11.000 millones en Sage Advisory Services Ltd. en Austin, Texas. “Para las firmas más grandes es cada vez más difícil”.

Los problemas que enfrentan los inversores en bonos del Tesoro estadounidense son nimios en comparación con los de otros mercados más pequeños, como el de bonos corporativos. De todos modos, el problema ha atraído una amplia atención en Wall Street y preocupa incluso a la Reserva Federal.

Era superada

También ha puesto en evidencia hasta dónde cayeron los Amos del Universo.

“Ser Amo del Universo en una época significaba algo”, dijo desde Boston Mark Rzepczynski, director de inversiones en AMPHI Capital Management. “Esa época quedó atrás”.

Este cambio a un enfoque más artesanal para las operaciones bursátiles se ve de muchas maneras. Este año, en las subastas estadounidenses, los 22 operadores primarios designados para reducir deuda y operar directamente con la Fed compraron 36 por ciento de los bonos del Tesoro estadounidense vendidos, la proporción más pequeña de la que se tiene registro, muestran datos del Tesoro estadounidense recopilados por Bloomberg.

Deutsche Bank AG, la firma de bonos más grande por volumen de operaciones, está pensando en reducir su negocio de operaciones de tasa de interés, dijo este mes una persona al tanto del tema.

Y en el último año, JPMorgan Chase Co., Morgan Stanley, Credit Suisse Group AG y Royal Bank of Scotland Group Plc redujeron sus mesas de operaciones con renta fija o evalúan reducciones en dichas actividades. Al mismo tiempo, las operaciones electrónicas de bonos del Tesoro estadounidense han proliferado en el último decenio y actualmente representan 44 por ciento del total de transacciones.

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