No podrá decir el 25% de los españoles que están desempleados que los bancos no están pagando caro la crisis financiera que afecta al país ibérico.
Ni los miles de españoles que están migrando a distintos país, entre ellos Chile, en busca de oportunidades, que los mandamases de las entidades financieras no han compartido los llantos.
A la caída de un 59% que tuvo en sus ganancias el Banco Santander en España, se suma lo que han dejado de ganar los directivos y ejecutivos de la empresa.
En particular, su presidente, Emilio Botin, quien vio caer sus ingresos en un 32% en doce meses. Con esto Botín ‘sólo’ facturó 3 millones de euros (unos US$ 4 millones). En tanto, el consejero delegado de Santander, Alfredo Sáenz, redujo su sueldo un 29%, hasta 8,2 millones (unos US$ 11 millones.
El descenso, en ambos casos, señala Expansión, se debe al recorte del 50% que aplicaron a su remuneración variable. Esta rebaja es el doble de la que el banco aplicó a los bonos de los consejeros ejecutivos.
El consejo del Santander redujo su remuneración un 34,6% en 2012, desde los US$ 58 millones en 2011 a los US$ 37 millones.
Por tercer año consecutivo, la remuneración fija de los consejeros de la entidad se mantuvo congelada, mientras que la retribución variable, vinculada a la evolución del beneficio neto ordinario atribuible y a la rentabilidad ajustada al riesgo (RORAC), se redujo un 25,2%.
Pero Botín y Sáenz se pusieron a tono con el contexto europeo y pidieron expresamente a la Comisión de Nombramientos y Retribuciones que sus bonus se redujeran a la mitad con respecto a 2011.
Los consejeros ejecutivos de Banco Santander reciben el 40% de la remuneración variable en el año, la mitad en efectivo y la mitad en acciones, y el 60% restante durante tres años, también a partes iguales en efectivo y acciones.
Pero no todo es negro para los líderes de Santander. Para cuando dejen sus funciones y se retiren a casa, su cuenta de ahorro para pensionarse estará particularmente bien alimentada.
Según Expansión, de acuerdo a los compromisos por pensiones al cierre del pasado ejercicio, el saldo inicial correspondiente a Emilio Botín en Santander asciende a US$ 34 millones y el de Alfredo Sáenz a US$ 108 millones.
En España todos comparten el mal momento.
