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La lucrativa nueva vida de Ben Bernanke


Entre Boyz II Men en The Mirage y Céline Dion en el Caesars Palace, llega a Las Vegas un nuevo artista de moda: Ben Bernanke.

Un solo día, en vivo desde Sin City, fue la presentación del economista, conocido anteriormente como presidente de la Reserva Federal.

Transcurridos quince meses desde que abandonó la Fed y sus atributos de misterio y poder, Bernanke, de 61 años, se está instalando en la vida peripatética y altamente lucrativa de un ex de Washington.

Detrás de las fuentes danzantes del Bellagio, en medio del esplendor dorado del Gran Salón de Baile, Bernanke actuó este miércoles a sala llena en la Conferencia de Alternativas SkyBridge: 1.800 tipos de fondos de cobertura que dependían de cada palabra suya. Ahora Bernanke es, en cierto modo, uno de ellos –un consultor de inversiones bien pago que puede agasajar clientes, abrir puertas y sumar el encanto del lustre de la Fed a conferencias y encuentros.

Llamémoslo Bernanke Inc., un espectáculo unipersonal post-Fed con un valor de millones anuales en el mercado abierto. Si bien el ex presidente no reveló sus honorarios ni su remuneración –tampoco está obligado a hacerlo siendo un ciudadano privado- casi seguramente está recibiendo muchas veces lo que recibía estando en la administración pública.

Ante todo, están los honorarios por hablar, que generan como mínimo US$200.000 por compromiso, según una persona que contrató a Bernanke. Después están las nuevas funciones de asesoramiento en Pacific Investment Managament Co., la gran casa de bonos; y Citadel, uno de los fondos de cobertura más grandes del mundo. Los reclutadores de ejecutivos dicen que probablemente eso equivale a más de US$1 millón al año.

Camino trillado

Por último, hay un acuerdo por un libro, cuyos detalles no se han dado a conocer. Se dice que el predecesor de Bernanke, Alan Greenspan, obtuvo un contrato de US$8,5 millones por su autobiografía en 2006. Bernanke –que tiene un empleo regular como investigador distinguido en residencia en el Instituto Brookings- utilizó al mismo abogado de Washington, Robert Barnett, para negociar su acuerdo.

Los diseñadores de la política como Bernanke suelen ser criticados por ir a trabajar al sector financiero, pero siguen un camino trillado. Robert Rubin, Lawrence Summers, Timothy Geithner: innumerables diseñadores de la política económica, en los Estados Unidos y en otras partes, han atravesado la puerta giratoria, en algunos casos más de una vez. Está previsto que también Summers –que optó por trabajar en el fondo de cobertura D.E. Shaw Co.- hable en la conferencia SALT esta semana. También lo harán la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice y el ex secretario de Defensa Chuck Hage.

¿Qué aporta alguien como Bernanke a Pimco o a Citadel? Ambas empresas dicen que una percepción en materia de inversiones y contacto cara a cara con los clientes. No obstante, muchos en el sector tienden a ver estas designaciones como apenas algo más que empleos de marketing muy bien pagos. Ciertamente, nunca hace mal tener a un ex jefe de la Fed para consultar sobre la economía o las tasas de interés. Pero a los clientes también les gusta tener algo de roce con la grandeza.

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