El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, defendió el miércoles el papel de su Ejecutivo durante una disputa reciente con la Unión Europea sobre el déficit público del país al decir que el nuevo objetivo acordado con los socios de la UE es razonable, aunque no ideal.
Durante su comparecencia ante el Congreso de los Diputados, Rajoy dijo que los recortes adicionales del déficit por un importe superior a 5.000 millones de euros este año tendrán un efecto negativo a corto plazo en el crecimiento del país, pero no modifican de forma sustancial las perspectivas económicas del país.
Los ministros de Finanzas de la eurozona pidieron dichos recortes el lunes y el Gobierno español se comprometió a hacerlos el martes. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció que el Gobierno central será quien ponga en marcha recortes adicionales, que se sumarán a los planes de austeridad aprobados previamente, en lugar de hacerlo los endeudados gobiernos regionales.
El déficit público español alcanzó el año pasado el 8,5% del Producto Interior Bruto, unos 90.000 millones de euros. El Gobierno anunció a principios de mes su intención de rebajarlo hasta el 5,8% del PIB, pero las reticencias de la UE le llevaron a reducirlo aún más, hasta el 5,3% del PIB.
