Días clave son lo que está viviendo el grupo Cruzat. Mientras se mantienen las negociaciones para el ingreso de un socio a Curauma, el empresario emblemático de los años 80 ha debido hacer frente a una serie de problemas. Hace un mes la Tesorería General de la República embargó los bienes muebles desde su casa -entre los que encontraban algunas pinturas y objetos de arte-, los que pondría a remate próximamente.
Sin embargo, no es la única contingencia, pues el organismo estatal, además, está en conversaciones con corredoras de la plaza para rematar en bolsa un lote de acciones de distintas sociedades del grupo que mantiene embargadas.
Eso sí, los plazos que maneja el organismo público no están definidos, estaría esperando que los papeles suban de precio una vez que se alcancé algún acuerdo para la venta de Curauma.
Fuentes del grupo indican que, en el mejor de los casos, los activos embargados alcanzarían para cubrir hasta un tercio de las deudas por $ 68.000 millones que tiene con la Tesorería por impuestos impagos y multas.
Remate de predios
El pasado 15 de julio se publicó el aviso para sacar a remate tres predios del grupo en el proyecto Curauma, mismos lotes cuyo remate había sido postergado el mes pasado.
Así, a más tardar en septiembre saldrían al público los terrenos, venta por la cual la Tesorería podría recaudar mucho más que los $ 480 millones que estimaba en un principio.
Y es que tras la acción interpuesta por el grupo para retrasar la venta, se logró que se cambiara el uso de suelo, pasando éste desde uso agrícola a urbano, con lo que su valor aumentaría. El lote 4, paño ubicado en el fundo El Llano, tenía una valor mínimo de $ 101 millones; el segundo paño en $ 211 millones; y el tercero en unos $ 119 millones.
