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Las otras exenciones tributarias que están en la mira para una futura reforma


Cada vez que se debate acerca de una potencial reforma tributaria, los denominados gastos tributarios -entendidas como franquicias o exenciones al pago de impuestos- se ponen sobre la mesa. Y en esta campaña presidencial, tampoco han estado ausentes.

Claudio Orrego, Andrés Velasco, Marco Enriquez y la propia Michelle Bachelet han confirmado la necesidad de cambios al sistema impositivo, coincidiendo en la eliminación o reformulación del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT).

Sin embargo, los ajustes tributarios no se agotarían sólo en el FUT pese a la relevancia que tiene, y que según estimaciones, acumularía en torno a $64.732.070 millones (equivalente a US$138.257,3 millones).

Uno de los insumos de trabajo más completos acerca de las franquicias tributarias es el informe “Gastos Tributarios y Evasión Tributaria en Chile: Evaluación y Propuestas” de Michel Jorratt realizado en mayo del año pasado y que es uno de los documentos base de trabajo de la candidata PS-PPD.

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Pero, ¿de qué otros impuestos hablamos, aparte del ya mencionado FUT?

En el marco general, Jorrat asegura que las franquicias o exenciones tributarias en 2011 alcanzaron a 4,79% del PIB. De este total, un 75% están vinculadas al Impuesto a la Renta; un 19% proviene del IVA y un 6% del Impuesto Específico a los Combustibles.

Respecto de la tributación a la renta, que es donde se han concentrado las críticas, existen a lo menos 13 regímenes distintos de tributación para las empresas pequeñas, dependiendo de su actividad económica.

De ellos, destacan a los menos dos: el régimen de “los 14”, que recoge al bis (1989), ter (2009) y quáter (2010) y la renta presunta.

Todos ellos tienen en común el haber sido establecidos en coyunturas en que las pymes veían complicado su acceso al capital y con la intención de fomentar la inversión al interior de las empresas.

En ese marco, tanto el 14 bis como el quáter tributan sobre base retirada y no devengada y, por lo tanto, generan FUT. Por su parte, el 14 ter funciona bajo la lógica de ingresos menos egresos, y se puede llevar incluso online. Sin embargo, existen una serie de sutilezas que hacen que, por ejemplo, una pyme tribute bajo un tipo diferente de 14: si es en base a retiros; el tipo de deuda; las transacciones; el rubro económico e incluso, el tipo de instrucción que tenga el contribuyente.

Ante ese escenario, si bien existe consenso en la necesidad de que se diferencie el tipo de contribuyente, también existe coincidencia en que el sistema debe simplificarse.

“Es hora de que que miremos cuales (franquicias) hoy tiene sentido y cuales no”, advierte Francisco Klapp, de Libertad y Desarrollo (LyD) .

Otro tanto ocurre con la renta presunta. Este régimen tributario consiste en que el contribuyente paga sus impuestos según lo que la ley determina para esa actividad y no de acuerdo con los resultados reales obtenidos.

Los beneficiarios son las pymes del transporte, la minería y explotación de bienes raíces agrícolas y no agrícolas, y se determina sobre la base de avalúos fiscales o tasación de bienes: su lógica responde a evitar la volatilidad de los ingresos de estas pequeñas empresas.

Sin embargo, es sabido que muchas empresas subdividen sus razones sociales para acogerse a este régimen y a ello apuntan las principales críticas al diseño.

Según Jorge Rodríguez de Cieplan, está franquicia debe ser revisada, ya que “cuando se creó fue por deficiencias tecnológicas, pero eso fue hace 30 años y hoy el SII conoce perfectamente los flujos de ingresos y gastos de esas empresas”. Bajo esa lógica, “hoy no tiene ninguna justificación”.

Una opinión con la que coincide Klapp, quien agrega que esta franquicia iba en ayuda de aquellos contribuyentes que no podían llevar contabilidad, “algo poco realista hoy”.

Respecto de las exenciones relacionadas con el IVA, uno de los más cuestionados tiene que ver con las franquicias a la construcción, que implica un beneficio del 65% de crédito especial a la construcción para el comprador no contribuyente del IVA.

Las propuestas han apuntado a la derogación de este crédito o bien incorporar la reventa de inmuebles nuevos. Sin embargo, nada de esto ha dado resultado, dada la fuerte oposición de la industria.

Es que a la hora de revisar qué puede ser simplificado, el mayor consenso que surge tiene que ver con diseñar un mecanismo de evaluación de las franquicias, por parte de una instancia autónoma, “que debiera ser tan estricta como hay una evaluación de programa”, recomienda Rodríguez.

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