Mario Morales Pardo, de 46 años, y Juan González Pérez, de 49, trabajaban en el departamento de mantenimiento del Hospital Clínico y murieron con menos de un día de diferencia, tras presentar síntomas similares y repentinos.
Las autoridades sanitarias confirmaron este lunes que dos trabajadores del hospital clínico de la Universidad de Chile fallecidos el fin de semana estaban contagiados de meningitis W-135, más conocida como meningococcemia.
Los familiares de los trabajadores y los sindicatos del establecimientos temían que se tratara de una infección intrahospitalaria, lo que había causado cierto nivel de alarma pública.
Mario Morales Pardo, de 46 años, y Juan González Pérez, de 49, trabajaban en el departamento de mantenimiento del Hospital Clínico y murieron con menos de un día de diferencia, tras presentar síntomas similares y repentinos.
Morales falleció en un hospital del área sur de Santiago durante la noche del viernes, mientras Gonzálkez murió la tarde del sábado en un una clínica del área norte de la capital chilena.
Según un informe del Instituto de Salud Pública (ISP) la causa del deceso de ambos fue la meningitos W-135 y señaló que se están investigando todos los contactos que los trabajadores tuvieron en los días previos para establecer cómo, dónde y cuando se contagiaron.
También se resolvió aplicar un tratamiento con antibióticos a los familiares más cercanos y a todos quienes estuvieron en contacto con ellos por más de cinco horas en los últimos días.
El director regional de Salud, Carlos Aranda, dijo que pueden haber sido (los fallecidos) portadores que se activaron; fueron contagiados por un portador sano, o uno de ellos contagió al otro según las autoridades, que descartaron que puedan haber contraído el mal en el hospital donde trabajaban.
Según el director del hospital clínico, Rodrigo Cornejo, hace más de tres meses que no se registra en el establecimiento algún caso de meningococcemia.
La meningitis W-135 ha estado presente en Chile desde el 2012 y las autoridades han realizado campañas masivas de vacunación a todos los niños de entre nueve meses y cinco años de edad, con una vacuna posterior de refuerzo a todos los menores de hasta dos años de edad como principal medida preventiva.
En ese contexto, el año pasado se confirmaron doce casos de la enfermedad, con tres fallecidos y en lo que va de este años los casos llegan a 22, con cinco fallecidos, según datos oficiales.
