Pese a que las autoridades chinas limitaran desde hoy a 1.200 el número de transacciones con contratos de futuros que se pueden realizar en el índice CSI 500, que agrupa a las 500 mayores empresas con cotización en las bolsas de Shanghái y Shenzhen, para estabilizar los mercados, poco se pudo hacer.
Esta medida, anunciada a última hora del lunes por la agencia oficial Xinhua, llega en un periodo de volatilidad máxima en los parqués de la segunda economía mundial, que en las últimas tres semanas han perdido más de una cuarta parte de su valor tras siete meses de ascensos continuos.
Las pérdidas bordearían los US$ 3.2 trillones en menos de un mes.
Los reguladores chinos han lanzado en los últimos días una batería de medidas con el objetivo de poner fin a esos fuertes altibajos de las bolsas y han avanzado que reforzarán la supervisión para evitar que se produzcan prácticas irregulares en los mercados.
La limitación a los contratos con futuros llega después del aplazamiento de las salidas a bolsa de varias empresas chinas, del anuncio de inversiones multimillonarias por parte de las corredurías para estabilizar el mercado o de la apertura de investigaciones sobre posibles manipulaciones en los precios.
El índice general de la Bolsa de Shanghái, el principal indicador de los parqués chinos, repuntó este lunes un 2,41 % y dio un respiro a los inversores, que han vivido tres semanas de caídas prácticamente ininterrumpidas.
Pese a esto, hoy el referencial chino volvía a los números rojos y perdía un 3,21 % en la apertura de la jornada.
