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La Semana Política analiza la compleja segunda cuenta pública que enfrenta el Gobierno de Piñera en el Congreso

En un nuevo episodio del programa de análisis político de El Mostrador, el director ejecutivo Federico Joannon, junto con los editores periodísticos Marcela Jiménez y Héctor Cossio, hablaron sobre las debilidades del escenario político que vive el Ejecutivo y que gatilla que este próximo 1 de junio el Presidente Piñera deba afrontar una de las cuentas públicas más complejas que le ha tocado protagonizar. También analizaron la ratificada división de la oposición, donde se han profundizado las señales del «matrimonio mal avenido» entre la DC y los demás partidos del bloque centroizquierdista.


En un nuevo capítulo de La Semana Política de El Mostrador, el director ejecutivo Federico Joannon, junto a los editores periodísticos Marcela Jiménez y Héctor Cossio, conversaron sobre cómo se avizora la próxima cuenta pública del Presidente Sebastián Piñera este 1 de junio, tras los constantes problemas políticos que han desordenado el escenario del Gobierno.

Al respecto, Marcela Jiménez sostuvo que el Ejecutivo llega a la ceremonia en el Congreso «con un escenario bien desordenado», que se debe a que en La Moneda «se está haciendo lo mismo que en su primer Gobierno, que es salvar el día. No hay una mirada estratégica, eso genera desorden, empiezan los liderazgos individuales, el factor que cohesiona, que es el poder, se empieza a resquebrajar cuando se siente que ese poder es débil o se está perdiendo».

«El Gobierno sigue pecando en no entender, no saber leer los tiempos. El Presidente puede preparar una muy buena cuenta pública, pero hay problemas de fondo que no se han solucionado, entonces, el desorden va a seguir», aseveró la panelista.

Respecto al concepto de «salvar el día», Héctor Cossio, indicó que aquello «significa ir tapando los hoyos, los problemas se van enfrentando comunicacionalmente día a día sin tener un plan mucho más acabado».

Respecto a la cuestionada gira a Asia, y los negocios de Cristóbal Piñera Morel con el aparato público, Cossio sostuvo que «cuando un hijo de un Presidente se ve favorecido (con contratos del Estado) es un tema que rápidamente es absorbido por la ciudadanía y que además los medios de comunicación le ponen mucho esfuerzo».

«Los casos de nepotismo y los conflictos de interés que muchas veces terminan en casos de corrupción, menos mal que todavía impresionan a la opinión pública y penetran como tema», añadió Federico Joannon.

Fórmula errónea del Gobierno

Según Marcela Jiménez, la estrategia usada por el Gobierno para tratar de eclipsar los problemas que ha enfrentado no ha dado resultados.

«Yo creo que debe haber bastante preocupación en La Moneda porque fórmulas que anteriormente servían, ya no están resultando, como lo ocurrido la semana pasada con el tren de Santiago a Melipilla. Claramente, el tren fue un as que se sacó bajo la manga porque era algo que se estaba viendo y que se estaba guardando celosamente para la cuenta pública del 1 de junio. Un anuncio de ese tipo es muy propio de cuenta pública, no de un punto de prensa fuera de agenda levantado en una hora y media improvisadamente en La Moneda», sostuvo Jiménez.

«Esto se hizo claramente apostando a la Cadem y no pasó nada (…), las viejas técnicas para tratar de poner cortinas de humo no le han resultado», agregó.

En esta línea, Cossio dijo que «es común ver que el Presidente en eventos públicos suele decir cosas que son para provocar hitos comunicacionales que después se le terminan dando vuelta».

«Esta segunda cuenta pública será muy compleja, ya no puedes echarle la culpa a Gobierno anterior, ya no puedes estar prometiendo cosas porque ya pasaste un año. Entonces, tienes que empezar a decir ‘ya hice’, ‘logré esto’. Si es una segunda cuenta pública con puros deseos, pero sin cosas concretas, el Presidente no tiene mucho que mostrar», cerró Jiménez.

«Matrimonio mal avenido»

Respecto al convulsionado ambiente que rodea al bloque opositor al Gobierno tras las discrepancias en torno a las reformas tributaria y previsional, entre la mayoría de los diputados DC y los demás parlamentarios de la ex-Nueva Mayoría, se enfatizó la idea de que es necesario una decisión radical sobre una posible separación entre la falange y los demás partidos de la centroizquierda.

«Hay una incapacidad absoluta por ponerse de acuerdo. Las oposiciones tienen que tomar una decisión, es como un matrimonio mal avenido, el PS, PPD, PC deben tomar la decisión de divorciarse o no con la DC. Lo que sucedió con la idea de legislar en materia de pensiones, aumentó la sensación de que ‘con esta gente no se puede’, porque por un lado hacen trabajo conjunto, van a reuniones y acuerdan cosas, pero negocian por el lado con el Gobierno», afirmó Jiménez.

Por otra parte, Cossio reforzó la idea de que la DC ha salido de la irrelevancia a la que estaba sometida gracias a esta división.

«La DC, que viene de una irrelevancia muy importante porque no es el partido que fue en los años 80 y 90, que viene con un peso histórico un poco anacrónico, ha salido de la irrelevancia, ya que está siempre en la pelea. Los únicos que están ganando son precisamente los que no se deciden, los que no saben», concluyó.

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