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La iniciativa presentada por diputados de oposición, encabezados por Rodrigo González (PPD), proponía que las clases presenciales retornaran el año 2021, previo acuerdo del Consejo Escolar, y siempre que estén las condiciones sanitarias para evitar el riesgo de contagio.
Por no alcanzar el quórum requerido, la Sala de la Cámara de Diputados rechazó proyecto de ley que establecía normas, criterios y condiciones para facilitar el retorno de los estudiantes de la educación pre-básica, básica y media a las actividades académicas presenciales, en el contexto de la pandemia de Covid-19.
La iniciativa presentada por diputados de oposición, encabezados por Rodrigo González (PPD), proponía que las clases presenciales retornaran el año 2021, previo acuerdo del Consejo Escolar, y siempre que estén las condiciones sanitarias para evitar el riesgo de contagio.
«Es absolutamente increíble e impresentable la obstrucción que han hecho tanto los diputados oficialistas como el propio Gobierno, a través del Ministro de Educación, para que los niños de Chile y las comunidades escolares, profesores, los asistentes de la educación, parvularias, puedan contar con una institucionalidad segura y protocolos que aseguren un regreso a clases seguro», indicó el diputado González.
El parlamentario sostuvo que «todos los actores de la comunidad académica, infectólogos, epidemiólogos, prevencionistas de riesgos, señalaron en la comisión de Educación que hoy día resulta absolutamente improcedente, imprudente e irresponsable llevar a los niños a un regreso a clases presenciales».
«La pandemia no está controlada, no hay condiciones de regreso, ni las medidas mínimas de distanciamiento que se requieren, las medidas mínimas de seguridad, salvo en lugares que territorialmente están libres de contagios o tienen condiciones excepcionales, pero esta no es la situación del 95% de los establecimientos», aseguró el legislador.
Rodrigo González fue enfático en señalar que «el ministro Figueroa de manera obsesiva a través de una campaña sistemática ha presionado a los establecimientos escolares a volver a clases, pero no otorga las garantías ni seguridad para enfrentar las consecuencias que puede traer si los niños se contagian. Hoy el seguro escolar no garantiza la atención de salud de los niños contagiados, por lo que el Ministerio de Educación descarga toda la responsabilidad de la seguridad de los estudiantes en los padres. Es decir, tira la piedra y esconde la mano”.
