PAÍS
¿Qué se propone y qué se está discutiendo al respecto? Te lo contamos en Cápsulas Constituyentes, una colaboración de Tenemos que Hablar de Chile, plataforma colaborativa de participación y diálogo ciudadano, y El Mostrador.
Chile es una república democrática con separación de poderes y régimen presidencial, esta vez reforzado. En términos generales, la propuesta mantiene la actual estructura política del país: el gobierno y la administración del Estado corresponden al Presidente de la República, quien se elige por votación directa para gobernar durante 4 años sin reelección inmediata. Asimismo, el poder legislativo lo ejerce el Congreso Nacional a través de la Cámara de Diputadas y Diputados y del Senado, quienes se encargan de la formación de las leyes y de fiscalizar los actos de gobierno.
Respecto a las innovaciones que se introducen, la Cámara de Diputadas y Diputados se achica de 155 representantes a 138 integrantes, disminuyendo en 17 escaños respecto a la norma vigente; se establece como límite la posibilidad de ser electo como Presidente de la República hasta dos veces en la vida y; solo los partidos políticos que alcancen al menos el 5% de los votos podrán acceder a escaños en la Cámara, existiendo normas transitorias para llegar gradualmente a este mínimo.
En conversación con Tenemos que Hablar de Chile, la decana de Historia y Geografía y Ciencia Política de la UC, Valeria Palanza, opinó que la propuesta sería un retroceso en representación. “Algunas de las cosas que se sugieren, como por ejemplo la reducción del tamaño de las cámaras y de cuántas personas van a ser elegidas en cada distrito electoral”. La experta indica que las reducciones retrotraerán a una situación similar a la que teníamos con el sistema binominal, aludiendo que “las cámaras más chicas dan menos espacio para generar representatividad, o representación proporcional”.
Por su parte, el ex Comisionado Experto del Frente Amplio, Domingo Lovera, asegura que la propuesta de sistema político es en realidad una reforma electoral: “Me parece preocupante que el consejo decidió meterle mano a los distritos, y a través de una verdadera reforma electoral, contenida a nivel de constitución, ordena redibujar los distritos, en algunos casos binominalizándolos, en algunos otros entregándoles sobrerrepresentación a los distritos rurales por sobre los urbanos, que son los que tienen más población”.
Una mirada distinta tiene Cristián Stewart, director ejecutivo de IdeaPaís, quien opina que la propuesta es una oportunidad: “Creo que la propuesta constitucional hace operativa de una mejor manera que la constitución vigente, y crea una capacidad evidentemente mayor que la constitución actual para hacerse cargo de dos sistemas que son fundamentales y que han experimentado un gran deterioro como son el sistema político y la administración del estado”.
Al respecto, la ex comisionada experta de la UDI, Bettina Horst, enfatiza en que una de las principales falencias que tiene la Constitución vigente es el sistema político. “Luego de la reforma del año 2015 vemos un Congreso fragmentado. Antes teníamos nueve partidos en el Congreso, hoy tenemos veintiuno con escasa voluntad de cooperación entre los distintos sectores del interior del mismo y a su vez, entre el Congreso y el Poder Ejecutivo. Más allá de los gobiernos de turno, se ha hecho más difícil la gobernabilidad”, añade. “Sin un congreso que funcione bien, nuestra democracia se debilita”.
La propuesta además detalla las funciones de los gobiernos regionales y locales, el rol de los partidos políticos y mecanismos de participación como la Iniciativa Ciudadana de Ley y los foros de deliberación ciudadana.
Para más información revisa nuestro resumen de la propuesta en tenemosquehablardechile.cl y escucha Tenemos que Hablar, el podcast que realizamos en colaboración con radio Pauta.
