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Texto autobiográfico de exteniente Ojeda narra torturas vividas en cautiverio en Venezuela PAÍS

Texto autobiográfico de exteniente Ojeda narra torturas vividas en cautiverio en Venezuela

Relata asfixia y aplicación de electricidad durante su detención en 2017, acusado de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro. También era colgado de una pared durante horas, o que le sumergían la cabeza en un balde con agua “para que hablara y dijera algún testimonio” específico.


Un texto autobiográfico del ex teniente de la Guardia Nacional Bolivariana Ronald Ojeda, quien fue secuestrado y posteriormente hallado muerto en Santiago, narra una serie de torturas que sufrió durante su cautiverio en Venezuela, acusado de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro, informó el diario La Tercera.

Se trata de un documento de 185 páginas que narra su detención ocurrida el 25 de marzo de 2017, acusado de traición, mientras se desempeñaba en el estado de Apure, al sur de Venezuela, y su fuga en noviembre de ese mismo año.

Según Ojeda, el día de su arresto fue llevado a un aeropuerto abandonado, donde fue sometido a diversas torturas, a manos de militares de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) venezolana.

Cuenta que lo subieron a un avión que inició vuelo. Durante el mismo, lo amenazaron con lanzarlo al vacío, le rociaron gas pimienta en el rostro y lo asfixiaron con una cuerda amarrada a su cuello.

Luego le aplicaron electricidad “para ver si con eso lograban alguna respuesta. Sesiones interminables donde ataban los cables a los extremos de mis orejas, en los dedos meñiques de las manos, en los tobillos. Rociaban la capucha negra con agua, para evitar que entrara oxígeno”.

El avión aterrizó en Caracas, donde las torturas continuaron en un centro de detención de la DGCIM. Allí además escuchaba como eran torturadas otras personas.

“Las descargas eléctricas se convierten en una práctica rutinaria al momento de hacerte hablar. Comienzan con leves sesiones, que aumentarán progresivamente dependiendo el grado de información que le suministres. (…) La asfixia mecánica y golpes con barras metálicas envueltas en esponja es para demostrarte que la ley allí no existe. Los cuartos oscuros y celdas aisladas tienen como fin dominar tu mente, llevarte al conflicto interno para asumir la autoculpa, el autoseñalarte como victimario; decirle al sistema que aceptas lo impuesto como flagelo por el pecado cometido”.

También era colgado de una pared durante horas, o que le sumergían la cabeza en un balde con agua “para que hablara y dijera algún testimonio que ellos querían que repitiera”. Asimismo, a sus familiares le dijeron que había sido detenido por corrupción.

Finalmente, estuvo detenido hasta noviembre de 2017, cuando escapó junto a otros ex militares de sus captores durante un traslado, como relata en el texto.

 

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