La quinta y última etapa tuvo 365 kilómetros cronometrados, donde el español Joan Barreda se impuso con un registro 4:07:51. Detrás suyo arribaron Goncalves, Coma, Viladoms, Sunderland y el chileno Pablo Quintanilla.
Esta ubicación determinó que, a la postre, el piloto nacional quedara quinto en la clasificación general de la prueba, por apenas un segundo de diferencia con el español Jordi Viladoms. Ocurrió que la organización probó una fórmula de largada, donde el ganador de ayer partía hoy en el sexto lugar; el segundo lo hizo en el quinto puesto; el tercero arrancó cuarto, y el cuarto debió abrir pista en el desierto. Y esa responsabilidad recayó en Quintanilla.
«Las pruebas en el reglamento ayudaron a algunos y perjudicaron a otros, en este caso a mí, porque tuve que salir adelante dos días sin haber ganado las etapas. Fue un desgaste extra, más presión en la ruta, pero lo tomo como una gran lección en mi segunda carrera del Mundial», señaló.
Quintanilla igualmente navegó sin cometer errores en el roadbook por la mitad de la especial, tras lo cual fue alcanzado por los europeos que largaron atrás. Así y todo, la ventaja que le sacó Viladoms en la tabla general fue de apenas un segundo, en una prueba que totalizó 1.758 kilómetros de carrera.
«Estoy muy conforme con mi rendimiento y lo que aprendí de navegación. Es la primera vez que vengo Qatar y desde el día uno supe que era una carrera difícil. Pero llegué intacto cada día al campamento y con buenas sensaciones sobre la moto», dijo el deportista nacional.
Y agregó: «Le agradezco al equipo KTM por su enorme trabajo y apoyo. Seguimos en la línea correcta, con trabajo y esfuerzo para mejorar en la élite del rally».
