El entrenador chileno no se puede quejar ni tampoco dar excusas si fracasa de nuevo. Recibió a Raheem Sterling, el delantero más prometedor de la Premier League.
Un entrenador que se juega su última oportunidad y un delantero que tiene todo el mundo por delante.
Así de increíble es la conjunción que acaba de propiciar el Manchester City al regalar al chileno Manuel Pellegrini el fichaje más caro de un jugador inglés en la historia de la Premier League con la contratación del joven atacante Raheem Sterling en 76,3 millones de dólares (49 millones de libras).
La nueva joya del fútbol británico, de 20 años, es de origen jamaicano, como muchos de sus compatriotas que se fotografiaron con Lionel Messi después de perder 1-0 con Argentina en la Copa América. Pero a diferencia de los que representaron a Jamaica en la sede de Antofagasta, Sterling deslumbró desde su debut en el Liverpool y ya cuenta con una copa mundial adulta en su currículo.
Su valor en la liga inglesa solo es sobrepasado por la transferencia en 2011 del delantero español Fernando Torres del Liverpool al Chelsea en 50 millones de libras.
Sterling, que firmará un contrato por cinco años con el City, rechazó renovar su vínculo con el Liverpool, que le ofrecía 100.000 libras semanales.
Pellegrini se limitó a calificar al flamante refuerzo como «uno de los mejores delanteros del fútbol mundial».
«Es un jugador muy joven con una habilidad excepcional y estoy seguro de que los hinchas del Manchester City están muy emocionados de verlo en acción con el equipo», remarcó Pellegrini.
En el preámbulo de un nuevo campeonato de la Premier League, el chileno no se puede quejar del apoyo institucional que está recibiendo de sus jefes árabes. Estos soportaron el fracaso del City en la temporada anterior, tanto en el torneo local como en la Champions League, y todo hacía presagiar el despido. Pero no ocurrió así. Pellegrini recibió una nueva oportunidad que ahora sí debe ser la última.
