Sorprendido, Michael Steven estalló en llanto al ver entrar por la puerta a su ídolo del fútbol Radamel Falcao. El niño, de 12 años, no paraba de llorar al ver al delantero de la selección colombiana y sólo atinaba a tomarse la cabeza incrédulo de lo que veía.
Ya cuando el niño estaba más calmado es Falcao el que se pone a llorar a raíz de las emotivas palabras que el niño le decía para que se mejorara de su lesión a la rodilla.
«Yo sé que se va a recuperar, esta pierna Dios se la va a fortalecer, y no lo digo para que esté en el Mundial, sino por que te mejores, te mejores», le dijo Steven al ídolo colombiano, quien se llevó la mano al rostro de emoción.