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Una boleta de las buenas: Chile golea a Bolivia y gana su grupo El equipo se ilusiona con la copa

Una boleta de las buenas: Chile golea a Bolivia y gana su grupo

El cuadro nacional alcanzó el primer lugar del Grupo A de la Copa América aplastando por 5 a 0 a Bolivia, que careció de recursos para haberse transformado en un rival de riesgo.


Fue un triunfo categórico y, además, rehabilitador. No porque la Roja hubiese defraudado frente a México y Ecuador, sino porque la contundente goleada de 5 a 0 sobre Bolivia, en un Estadio Nacional enfervorizado, significó dejar atrás una semana negra en que se habló mucho más (y con razón) del último error cometido por Arturo Vidal, un jugador fuera de serie pero que, al parecer, nunca ha sabido convivir con la fama y todo lo que ella implica.

La Selección, además, vio aliviada la presión de un partido decisivo ya en los camarines. En Rancagua, Ecuador le había ganado a México, eliminándolo de la Copa América, y frente a Bolivia, con la clasificación a cuartos ya asegurada para ambos, la única incógnita consistía en cuál de los dos equipos, hasta aquí invictos, tenía más y mejores armas para quedarse con el primer lugar de la serie, lo que implica la obvia ventaja de enfrentar, en la próxima ronda, a uno de los dos mejores terceros que entregue el término de la fase de grupos.

Y la incógnita comenzó a develarse temprano. Muy temprano. Porque corrían apenas dos minutos y medio cuando Gary Medel metió un pase largo y profundo para Vargas, quien, al querer bajarla, se la dejó servida a Charles Aránguiz, que con un remate violento y bajo hizo explotar un Nacional repleto.

Lo curioso fue que, en desventaja, Bolivia no se jugó como se pensó podría hacerlo. No parece porque no haya querido. Más bien no tenía las armas suficientes como para inquietar a un equipo que prácticamente no tuvo puntos bajos y donde, por el contrario, brillaron varios. Marcelo Martins, la mejor figura del cuadro altiplánico, se veía absolutamente desconectado de un equipo que no pudo mandar en ningún momento y en ningún sector del terreno.

Dos o tres oportunidades había tenido la Roja (entre ellas dos palos de Sánchez) cuando Alexis encontró por fin el gol que venía buscando con notorio denuedo. El del Arsenal –como siempre lo hace- robó un balón cerca de mitad de cancha y desde allí escapó con tal libertad que el gol (salvo una chambonada de marca mayor) se intuía. Llegando al borde del área, Sánchez la abrió para Valdivia, que en lugar de intentar el remate se le puso en la cabeza a Alexis quien, con arriesgada palomita, batió por segunda vez al meta Quiñones.

Partido liquidado. Que pudo implicar cifras aún más catastróficas para Bolivia de haber estado Vargas más fino en el momento de la definición. Porque el delantero, que veía la oportunidad propicia para aumentar su cuenta goleadora, se lo perdió de manera increíble en el minuto 41, desviando su remate junto a un poste cuando sólo se trataba de empujarla.

Que podía variar el marcador, pero no el ganador, lo en tendió hasta el propio Sampaoli, que dejó en el vestuario a Sánchez y a Vidal para afrontar la segunda etapa. A Sánchez, para evitar una falta que pudiera dejarlo fuera del encuentro de cuartos. A Vidal porque había tenido la semana para el olvido.

Y los que ingresaron –Matías Fernández y Ángelo Henríquez- no desentonaron para nada en un cuadro que hace rato jugaba a voluntad. Basta un dato para refrendarlo: corría el minuto 48 cuando recién Claudio Bravo tuvo que exigirse para detener el disparo cruzado y rasante que intentó Marcelo Martins.

Con tal panorama, sólo cabía esperar la goleada, salvo, claro, que como en otras ocasiones se produjera el despilfarro. Y aunque se dejaron ir dos o tres ocasiones claras de aumentar la cuenta, nuevamente Aránguiz, Medel y un autogol de Raldes, establecieron un marcador amplio que fue una fotografía fiel y clara de la diferencia que hubo entre ambos equipos.

El partido, como hace tiempo no se veía, concluyó entre los olés del público que, extasiado, hasta entonó a voz en cuello el Himno Nacional.

A pesar de su humillante derrota, un reconocimiento para el cuadro boliviano: salvo una patada violenta de Chumacero a Valdivia, que siempre saca de quicio a los rivales más pintados cuando se pone a girar para encontrar el claro o al compañero destapado, el equipo de Soria no recurrió a la violencia.

Aceptó con hidalguía la superioridad chilena, sabiendo que el 5 a 0, amplio y lapidario, igual le había significado sacarla barata después de todo.

PORMENORES
Grupo A de Copa América.
Estadio Nacional
Público: 45.601
Arbitro: Andrés Cunha (Uruguay)

CHILE (5): Bravo; Isla, Medel, Jara (70′ Pizarro), Beausejour; Vidal (46′ Fernández), Díaz, Aránquiz, Valdivia; Sánchez (46′ Henríquez), Vargas.
BOLIVIA (0): Quiñones; Rodríguez (46′ Miranda), Coimbra, Raldes, Morales; Chumacero, Veizaga (46′ D. Bejarano), Smedberg, Escobar (60′ Lizio); Pedriel y Martins.

GOLES: Aránguiz a los 3 y 66´, Sánchez a los 37´, Medel a los 79´ y Raldes (autogol) a los 86´.
Tarjetas amarillas: En Bolivia, Coimbra, Morales y Chumacero.

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