[Fotos] El 1 de mayo en Iquique: trabajar para que el mundo siga dando vueltas

Y así cada año, por esta fecha, uno recuerda que vende parte de su vida y habilidades a un empleador, para que el mundo siga dando vueltas. Sea lo que sea, recordatorio de los mártires de Chicago, compensación por el estruje que realiza el sistema o dignificación del trabajador, el 1° de mayo es una día en que hacemos una pausa para salir a la calle o mirar en televisión cómo la izquierda (¿por qué nunca la derecha?) y sus dirigentes, son visibles por un rato en discursos, banderas y pequeñas multitudes.

Es una jornada que resulta de mucho interés para los fotógrafos. Los de prensa, los documentalistas, los freelance, los viejos zorros, porque la conmemoración reúne en la calle a la fauna dirigente, política, sin olvidar a los trabajadores con su prole, lienzos y pies en la marcha. De esta forma, el tema se vuelve fuente de inspiración para registrar y crear imágenes que cuenten algo de esta historia que se repite cada año, con mucha inercia y antonomasia.

En Iquique, la recordación del 1 de mayo se realiza frente al monolito que conmemora a los caídos en la matanza de la Escuela Santa María, el año 1907. A veces uno escucha que algunos sindicatos están peleados, que habrá dos actos separados, pero en general, la convocatoria es entre las calles Amunátegui y Latorre.

Las imágenes de esta serie dan cuenta de la conmemoración realizada este año. Aparecieron los caciques locales, las nuevas o eternas directivas de los sindicatos de una región donde, mal que mal, nació el movimiento obrero de nuestro país. En lo fotográfico es un tema irresistible con muchos actores que quieren ser vistos y escuchados. Por los parlantes le dieron duro al neoliberalismo, al reciente fallo del Tribunal Constitucional, a la falta de unidad, a la corrupción en la política.

En fin, lo anterior para el fotógrafo es música de fondo; importante e inevitable en esta fecha, por cierto. Hicimos un recorrido circular del acto, queriendo reflejar en cada detalle o visión panorámica, aquello que lo sostiene como ritual de cada año, con los mismos protagonistas. Y claro, se trata de imágenes, por eso, como indicaba Cartier Bresson, uno quiere regresar a la casa y llevar algunas buenas fotografías en el saco, a ver si tanto trabajo valió la pena en un día que es feriado.