Durante los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, el local, la selección brasileña de fútbol, demostró que su nivel se ha incrementado y «aplastó» a Honduras por 6 a 0, metiéndose de lleno a la final que disputará el fin de semana.
Neymar fue el encargado de abrir la cuenta a los, nada más ni nada menos, que 15 segundos. El delantero tomó un rebote y aprovechó los errores de la defensa de Honduras. Este fue el gol más rápido de la historia de los Juegos Olímpicos.