Apenas dos días después de dar un concurrido concierto en Los Ángeles, California, el cantautor mexicano Juan Gabriel sucumbió a un fulminante ataque cardíaco en esa ciudad.
Juan Gabriel no solo era uno de los cantantes más exitosos de la industria musical hispana, era también uno de los más queridos, y su muerte tomó por sorpresa a su gran fanaticada.
Muchos se congregaron frente a una estatua del cantante en la Plaza Garibaldi, en la Ciudad de México, para cantar sus temas y lamentar la desaparición de su ídolo.
Igualmente sucedió al otro lado de la frontera, en el Paseo de las Estrellas, en Hollywood, California, donde su estrella fue decorada con flores y se recordó la memoria del «divo de Juárez».