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[VIDEO] «El que no salta es Uber»: la masiva protesta de los taxistas que tiñó la Alameda de amarillo y negro

[VIDEO] «El que no salta es Uber»: la masiva protesta de los taxistas que tiñó la Alameda de amarillo y negro

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Los dirigentes de los taxistas dejaron en La Moneda, sede del Ejecutivo, una carta con sus demandas.


Unos 3.000 taxistas coparon hoy con sus vehículos varios kilómetros de la principal avenida de Santiago, en una nueva protesta contra las aplicaciones Uber y Cabify, denunciando una «competencia desleal» de su parte y para demandar una ley que las regule.

En un momento dado, tras confluir desde distintos puntos de la ciudad, taxistas ocuparon una de las calzadas de la Alameda Bernardo O’Higgins a lo largo de unos seis kilómetros, lo que provocó grandes atascos en el área céntrica de la capital.

El caos alcanzó su máximo cuando la manifestación se topó en las cercanías del palacio de La Moneda, con enfrentamientos entre partidarios y detractores del llamado «Bus de la Libertad», que inició hoy un recorrido por el país con un discurso «transfóbico», según las agrupaciones de minorías sexuales.

Miembros de colectivos LGTBI hicieron contramanifestaciones, lo que originó enfrentamientos y la intervención de Carabineros, que detuvo a varias personas.

Para aumentar el caos, en el mismo sector se manifestaban grupos de pescadores artesanales contra la ley de Pesca actualmente vigente.

La manifestación fue convocada por varias agrupaciones gremiales del sector, cuyos dirigentes acusaron de «inacción» al Gobierno frente a las actividades de Uber y Cabify, cuya presencia se ha extendido en el último tiempo a otras ciudades chilenas, como Viña del Mar, Valparaíso, Concepción y Temuco.

«Las aplicaciones arrasan con los taxis en la noche y en el día», aseguró a radio Cooperativa Nicolás Sayes, dirigente de la Confederación Nacional de Taxis, para quien «el tema se ha alargado bastante y la situación ya es extrema, hay mucha gente que está perdiendo sus vehículos».

En esa línea, llamó a las autoridades «a cortar las aplicaciones, por intermedio de una ley, ellos verán como nos protegen, hasta que esto se regule».

«Queremos que se le ponga un punto final, no podemos seguir esperando», apostilló el dirigente, añadiendo que el Gobierno «realiza una fiscalización ridícula, inexistente», contra las aplicaciones.

Los taxistas reclaman que ellos pagan altos impuestos que no afectan a quienes se desempeñan en las aplicaciones, y que además están sujetos a continuas revisiones técnicas de sus vehículos, entre otras obligaciones legales.

Desde hace un tiempo duerme en el Parlamento un proyecto de ley tendente a regular las aplicaciones, mientras el público opta de forma creciente por ellas, debido a sus bajas tarifas y mejor trato de los conductores, entre otras ventajas.

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