Para algunos es una buena tradición, para otros es nefasta. Pero siempre ocurre cuando un jugador se marcha a un cuadro rival. Es lo que ocurrió en esta ocasión tras el millonario traspaso de Philippe Coutinho desde el Liverpool al Barcelona, en una cifra cercana a los 160 millones de euros. El club inglés decidió devolver el dinero de los hinchas que compraron una camiseta del ahora ex jugador brasileño pero otros no esperaron la oferta y decidieron quemar la 10 que usó durante casi 5 años el nuevo jugador culé.