Como una anécdota quedó un chapuzón de un niño en una playa de las Islas Bahamas. Al meterse al agua, cuatro tiburones que deambulaban la zona se acercaron rápidamente al pequeño. Un camarógrafo que grababa la escena advirtió al niño, quien salió rápidamente del agua. «Gracias a Dios que me escuchó», afirmó el camarógrafo, quien aseguró que nadie salió herido, informó Daily Mail.