Un grupo de personas irrumpió en la misa en la que en que Celestino Aós recibía el mandato del Arzobispado de Santiago. En forma de protesta, lanzaron cartuchos de bombas lacrimógenas vacíos en el suelo de la catedral. «¿Y el pueblo cuándo será escuchado?», se leía en una de las pancartas de los manifestantes que entre otras cosas reclamaron por la presencia del cardenal Ricardo Ezzati, acusado de encubrir abusadores dentro de la Iglesia en su etapa de arzobispo. Si bien en el hecho no se registraron lesionados, dos personas fueron detenidas por Carabineros, acusadas de desórdenes.
