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Deutsche Welle

Bolsonaro, sin curarse de COVID-19, recibe a cientos de seguidores

«Vamos a caminar con la pandemia, vamos a salir de ésta», dijo el presidente brasileño con la mascarilla abajo para hablar.


El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien está infectado por el COVID-19, recibió este domingo (19.07.2020) a cientos de simpatizantes en los jardines del Palacio da Alvorada, la residencia presidencial, y llegó a aproximarse a pocos metros de sus seguidores.

Bolsonaro salió de la residencia y se dirigió hasta sus seguidores, que estaban durante varias horas en las afueras del palacio en una vigilia convocada por líderes evangélicos para pedir por la salud del mandatario. Separado por un espejo de agua de poco más de dos metros, el gobernante recorrió el extenso césped donde estaban aglomerados sus partidarios -muchos de ellos sin mascarilla de protección y sin respetar el distanciamiento determinado por las autoridades- y a los gritos de «mito» levantó varias veces los brazos para saludar.

«Vamos a caminar con la pandemia, vamos a salir de ésta. Tenemos un excelente equipo de ministros, principalmente el de Salud (el general Eduardo Pazuello), y está todo dándose para que, rápidamente, vamos construyendo el futuro de Brasil», manifestó Bolsonaro en una breve declaración y con la mascarilla abajo para hablar.

Bolsonaro: no vamos a perder nuestra libertad de expresión

El jefe de Estado comentó que no cree que el Congreso apruebe la ley contra las noticias falsas, que establece penas más severas y amplía el poder en las investigaciones, porque «no vamos a perder nuestra libertad de expresión» y manifestó que las relaciones con el Legislativo, que recientemente pasó por fricciones, «son buenas». «La renovación (en el Congreso) es natural, hasta para el cargo de presidente si es el caso, pero ustedes están aquí y hacen movimientos democráticos para demostrar que su voto en 2018 va a valer hasta 2022 y si es para cambiarlo entonces cambiarlo en las urnas», apuntó Bolsonaro.

Para el líder de ultraderecha brasileña, «siempre hay una alternativa en caso de que salga mal, pero será muy diferente a la de 2018. Puede estar seguro de que cambiaremos el país con las armas de la democracia».

En tanto, cerca de 2.000 partidarios de Bolsonaro convocados por movimientos evangélicos marcharon en la capital Brasilia con 27 cruces, en representación de cada estado del país, para manifestarle su solidaridad al mandatario y criticar la gestión al frente de la pandemia del COVID-19 por parte de los gobernadores. Ataviados con los colores de la bandera de Brasil, los manifestantes desfilaron por la Explanada de los Ministerios, en el corazón de la capital, portando símbolos patrióticos e imágenes del presidente.

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