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Créditos: Captura de pantalla
El cohete H3, que cotó 1.470 millones de dólares y mide unos 60 metros de largo, fue destruido tras su despegue. Pasó 14 minutos en trayectoria hasta que presentó problemas en su segunda fase, lo que obligó a la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial a destruir la aeronave dado que no cumpliría la misión. Sin heridos, los restos cayeron al este de Filipinas en altamar.
Desde el Centro Espacial Tanegashima, despegó el cohete H3 a manos de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA). Pasaron 14 minutos tras el despegue y, luego un fallo en la ignición de la segunda fase, la agencia optó por destruir de forma deliberada el cohete ya que no había posibilidades de que completara su misión.
El modelo de cohete forma parte de la primera serie de cohetes japoneses que se fabrican luego de dos décadas. Un programa espacial que no viene con muy buena racha, pues este evento ocurre tres semanas después de la cancelación de otro despegue por un problema diferente. Si bien H3 logró seguir la trayectoria indicada y consiguió separarse en el momento indicado, no entró en ignición, proceso necesario para darle potencia al motor del cohete.
El director a cargo del lanzamiento, Yasuhiro Funo, declaró que los restos del cohete cayeron en altamar, al este de Filipinas. Además, dijo que, a pesar de que el cohete estaba lleno de combustible, no generó daños o heridos.
La misión de H3 constaba de transportar un satélite a órbita para que este realizara observaciones al planeta. Recolección de datos para respuesta a catástrofes, trazar mapas y monitoreo de actividad militar como lanzamiento de misiles, son algunas de las tareas que este satélite tenía por encargo. Desde hace más de dos años que se quería lanzar a H3, sin embargo en esa oportunidad, justo antes de que comenzara el despegue, hubo un problema eléctrico que obligó a suspender la actividad.
