La consigna transversal alcanzada por la clase política chilena llama a luchar hasta el último momento por preservar la paz mundial. Los dirigentes oficialistas y de oposición concordaron en que una guerra podría tener consecuencias insospechadas, tanto en el ámbito económico como político.
En un hecho inusual, junto a los timoneles de los partidos políticos con representación parlamentaria, llegó hasta La Moneda la presidenta del Partido Comunista para conocer la posición del gobierno frente a un eventual conflicto bélico en Irak. Los convocados coincidieron en la necesidad de agotar todos los medios para preservar la paz y en valorar la actuación que, hasta ahora, ha tenido la autoridad.
En el encuentro, encabezado por el Presidente de la República, la canciller, Soledad Alvear, expuso el curso que han ido tomando los acontecimientos. A su vez, los dirigentes políticos tuvieron la oportunidad de expresar al Mandatario sus puntos de vista sobre el tema, coincidiendo en la necesidad de que Chile opte siempre por preservar la paz mundial, considerando que un conflicto bélico, como el que se podría generar en la zona del Golfo Pérsico, podría convertir a un país tan pequeño como Chile, en un «objetivo de guerra».
El análisis considera el rol protagónico que adquiere Chile al ocupar, actualmente, uno los asiento no permanetes del Consejo de Seguridad de la ONU y el Tratado de Libre Comercio alcanzado, recientemente con Estados Unidos. Aunque la mayoría de los presentes evadió considerar la posibilidad de que la Casa Blanca use el TLC para presionar a Chile para que respalde con su voto la intervención militar que propicia EEUU y el Reino Unido.
Sin embargo, esta posibilidad no se puede descartar considerando que Washington ha redoblado los contactos directos con los países integrantes del Consejo. Bush ha telefoneado en más de una ocasión al Presidente Lagos intentando convencerlo de la necesidad de atacar al régimen de Saddam Hussein.
En tanto, la presidenta del PC fue categórica en insistir que Chile debe oponerse a la guerra y que si no vota en contra, aprobando una resolución que determine el incio del conflicto bélico o «mantiene una actitud ambigua que puede significar la abstención, se va a escribir una página negra en la historia de Chile, que va a cargar sobre el actual Presidente y los actuales gobernantes.»
A juicio de la dirigenta si nuestro país actúa con independencia y soberanía respecto de este conflicto internacional, crecerá como país y solicitó a Lagos que Chile proponga a la ONU que se convoque a una conferencia internacional por la paz; que se tomen medidas para que una delegación chilena viaje a Irak a fin de conocer la realidad de ese país en terreno y que se tomen los resguardos necesarios para que los costos de una eventual guerra «no lo pague el pueblo».
El presidente del Senado, Andrés Zaldivar -quien también participó en la reunión junto a su homóloga de la Cámara, Adriana Muñoz- insistió en que «sea cual sea la decisión del gobierno, está claro que Chile deberá mantener una posición pro paz, respaldando el sistema de las Naciones Unidas y sus resoluciones».
Chile monitorea los acontecimientos
Por otra parte, mientras no se conozca el informe de los inspectores de la ONU que se encuentran en Irak, Chile sólo monitorea los acontecimientos.
No obstante, hay quienes tras el encuentro esbozaron posibles escenarios. Entre ellos el timonel del PPD, diputado Guido Girardi, quien esta convencido que el escenario más complicado para nuestro país se daría en el caso que China, Francia y Rusia -en su calidad de miembros permanentes del Consejo de Seguridad- no vetaran una resolución de Estados Unidos con miras a un ataque unilateral contra Bagdad.
Para el dirigente, se podría dar que las naciones mencionadas negociaran con Estados Unidos no vetar la resolución y sólo abstenerse, con lo que la votación de Chile y México pasaría a cobrar especial relevancia, pues la administración Bush necesita nueve de los 15 votos para tener luz verde en Irak.
También se ha considerado el escenario que se provocaría si los inspectores de la ONU, en su informe de la próxima semana, denunciaran que Irak no está cumpliendo la resolución 1441 del organismo internacional que lo obliga a desarmarse, o que cuenta con armas de destrucción masiva. De ser así, lo más probable -dicen la mayoría de los participantes en la reunión de ayer- es que ningún país rechace un ataque.
Aunque, los dirigentes coincidieron que hasta ahora no existen pruebas que justifiquen una acción militar en contra de Irak, la cual solo sería viable si se confirma que esa nación está contraviniendo la resolución que la obliga a desarmarse, también estuvieron de acuerdo que si matiene el armamento nadie podría negarse a una guerra.
Para resolver la posición que adoptará Chile en el caso que se diera un escenario en que su voto sea decisivo, el Presidente de la República volvería a convocar a los partidos políticos para conocer su posición definitiva con relación al conflicto.
Posición de la Cancillería
La ministra de Relaciones Exteriores, reiteró que la posición de Chile es «reforzar principios que considera fundamentales», como el fortalecimiento del multilateralismo y la necesidad de que las decisiones sobre una eventual acción de guerra se tomen en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, ojalá de consenso, y tras agotar todos los mecanismos tendientes a conseguir el desarme de Irak.
Mientras tanto, se están realizando reuniones entre los miembros del Consejo de Seguridad para analizar las razones y argumentos en que Estados Unidos, Gran Bretaña y España fundamentan la resolución presentada. A la vez, se estudia -con similares objetivos- el memorando presentado por Francia.
Hoy, la canciller se reunirá con los miembros de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, y el martes 4 lo hará con los del Senado. El jueves 27, en tanto, se efectuará una sesión del Consejo de Política Exterior de la Cancillería para analizar el tema.
