José Weinstein: ‘No es posible que el Gobierno sea el único financista’

La Biblioteca de Santiago, el Centro Cultural La Moneda, el éxito de las Bibliorredes. Proyectos que están en el lado alegre de la gestión de José Weinstein como ministro de Cultura. Una gestión exitosa, si se considera que, junto con asumir el cargo, asumió también la titánica tarea de dar cuerpo a la recién nacida institucionalidad cultural. Hoy, con una Consejo de la Cultura y de las Artes ya caminando, todo parece ser celebraciones.



Sin embargo, paralelamente con los avances, viejos problemas que se arrastran desde hace años vuelven a aparecer, casi como una letanía cíclica que siempre encuentra su fin en los fondos estatales. El problema del Teatro Municipal, de larga data, es el caso más emblemático de estas crisis duraderas, en términos de la cultura. La diferencia está en que, esta vez, la intención es administrar bien los recursos, y controlar el destino de cada uno de los 800 millones de pesos adicionales que el Gobierno entregará para el recinto en los próximos días (como se recordará, el Gobierno ya había aportado mil 500 millones de pesos con el mismo fin de tapar hoyos a comienzos de este año).



"Una institución que tiene 11 millones de dólares de presupuesto inicial debe tener una gestión responsable y eficiente", dice. A partir del próximo año, en cualquier caso, la situación de la entidad cultural debería estar resuelta, en parte por los dineros que entregará el gobierno y también por lo que aportarán las municipalidades de Santiago, Vitacura y Las Condes -las dos últimas, a través de la Ley de Rentas Municipales II.



Este año, el monto no alcanzó a llegar completo, puesto que se hizo una excepción legal -flexibilización- para que los alcaldes de las comunas implicadas -Las Condes, Providencia y Vitacura- pagaran la mitad, desde que se publicó la ley, el 1 de julio. Para el año que viene, sin embargo, está la vigencia normal de la ley. Aunque inicialmente, serían 2 mil millones de pesos, la negativa del alcalde de Providencia, Cristián Labbé, a entregar dinero para el recinto cultural, ha generado un contratiempo de marca mayor al que la Corporación Cultural de Santiago -entidad que administra al Teatro Municipal- ‘tiene que adecuarse’, según Weinstein.



-Las municipalidades no tienen la obligación de dar esa plata al Teatro Municipal. De hecho, Providencia no tiene ninguna intención de hacerlo.
-Pueden dar la plata al fondo común municipal o al teatro. Hay dos municipios -Las Condes y Vitacura- que han dicho que le van a entregar el dinero al Teatro Municipal, y hay uno que dijo que no -Providencia. En el compromiso de que los municipios iban a aportar, base de la ley, fue clave Joaquín Lavín, porque nosotros firmamos con él este acuerdo.



-Providencia iba a aportar 500 millones de pesos; no es menor que esos fondos no lleguen. ¿Qué se va a hacer para suplir ese dinero?
-Tienen que adecuarse. Piensa que esto significa que el año 2006 el Teatro Municipal va a tener un financiamiento que nunca ha tenido. Serán 5 mil 500 millones, no 6 mil, pero lo habitual eran 4 mil. No es todo lo que se había previsto, pero es muy sustantivo. Esto es el financiamiento público, pero además está todo lo que tiene que ver con la venta de abonos y donaciones que se puedan conseguir. Es la institución cultural que, de lejos, recibe más apoyo en Chile.



-El alcalde Alcaíno ha dicho que había problemas de gestión; la opinión en la Corporación es que no. ¿Cuál es su opinión?
-Para nosotros fue un tema muy elocuente cómo ocurrieron los acontecimientos este año. Hace unos meses, el alcalde nos pidió hacer la flexibilización de la Ley de Rentas este año. Nosotros le preguntamos si con eso iba a poder terminar el 2005, y dijo que sí. Ante eso, se flexibilizó la ley; sin embargo, al poco tiempo, el mismo alcalde nos vino a decir que no era suficiente. ¿Qué pasó? Raúl Alcaíno hizo una auditoría, a cargo de Fernando Rojas, y al hacer el arqueo, se dieron cuenta de que la deuda era muy superior a lo que al alcalde se le había informado. Por eso se dio cuenta de que la estrategia diseñada antes no era viable. Dado eso, no me extraña que el alcalde diga que hay problemas de gestión, si él mismo fue sorprendido con una deuda mucho mayor a la que se le había dicho.



La ‘reingeniería’



De manera excepcional, y ante la crisis, el Presidente Lagos decidió entregar 800 millones de pesos más, pero acompañados por un veedor designado por el ministerio de Hacienda, que fiscalice el destino de esos fondos. "Queremos tener certeza de que esta vez va a haber un plan de desarrollo administrativo y financiero, que no permita que en unos meses más se esté en la misma situación -dice Weinstein. Creemos que tiene que ser viable; una institución que tiene 11 millones de dólares, de partida tiene que tener una gestión responsable y eficiente."



-Parte de la ‘reingeniería’ pensada por Alcaíno pasaba por disminuir los cuerpos estables. ¿Cree que la importancia de los sindicatos en el Teatro, y la rigidez de algunas cláusulas en sus contratos, dificulta esta reingeniería?
-Está por verse. Nosotros esperaríamos que la llamada reingeniería acompañe el desarrollo cultural. No puede descuidar el patrimonio artístico. Por eso nosotros elaboramos el año pasado, en conjunto con la gente del teatro y la municipalidad, un plan de desarrollo del 2005 al 2010, y creo que es clave que se mantenga, que no sólo se piense en lo económico. Eso es intransable, y tiene que hacerse en diálogo, en el máximo acuerdo posible con los sindicatos, que son quienes dan vida artística al teatro. Hay que sortear esta situación de manera perdurable en el tiempo, no vivir en estos permanentes incendios que no le hacen bien a nadie. Tiene que haber un criterio de desarrollo artístico.



-Y de realismo también a la hora de hacer la programación…
-Claro, el alcalde quiere revisarla con realismo, pero con voluntad de desarrollo. A nosotros nos interesa que estos aportes económicos suplementarios sirvan para financiar principalmente algunas labores que nos interesan del teatro, como más espacio para la creación nacional. También nos interesa que el teatro cumpla una labor de desarrollo de los otros teatros municipales del país. En tercer lugar, que la labor formativa del teatro sea todavía más activa. Por ejemplo, el teatro tiene el programa ‘crecer cantando’, que ha permitido que se desarrollen los coros. Queremos que se desarrolle también un programa ‘crecer danzando’, que estimule esta disciplina en los colegios.



Más compromiso municipal



-El Teatro Municipal no es la única entidad cultural que tiene problemas de platas. Están el Museo de Arte Precolombino, el Teatro del Puente, el Teatro Municipal de Valparaíso, entre otros. Hay tal vez la sensación de que el Municipal es una suerte de hijo pródigo, y que eso va en desmedro del resto. ¿Es así?
-Ha habido más recursos para distintas iniciativas culturales en este gobierno, y eso es muy verificable. Los fondos concursables han crecido en un 110%, y se han formado instituciones -como la Biblioteca de Santiago, o Matucana 100- con aportes estatales. Efectivamente, hay instituciones que tienen problemas; habitualmente, son o municipales, o privadas con apoyos de otro tipo. Con esos actores, uno quisiera que los municipios y los privados tuvieran un compromiso responsable y sostenido.



Por ejemplo, si el Museo de Arte Precolombino tiene una subvención municipal, no es posible que se le deje de pagar parte de esa subvención el 2000 o el 2004 sin que tenga una crisis. Creo que es un ejemplo del tipo de situaciones que no se debiesen repetir. Debiésemos tener un compromiso responsable de todos con la cultura. No es posible que siempre el Gobierno termine siendo el único financista, no es un esquema viable. Junto con el apoyo público, tiene que haber otros actores que se vayan comprometiendo responsablemente con la cultura.



Dicho esto, de todos modos creamos un nuevo instrumento de financiamiento; desde el próximo año, en la ley de presupuesto viene un artículo que permite que hasta el 2% de Fondo Nacional de Desarrollo Regional sea usado como subvención a corporaciones municipales culturales o privadas, sin fines de lucro. Eso equivale a 7 mil 500 millones de pesos. La virtud que tienen es que son decididos a nivel regional. Por ejemplo, el Teatro Municipal de Valparaíso va a poder ser subvencionado.



-Eso libera también al gobierno de tener que ‘salir al rescate’ en cada una de estas crisis.
-Sí, permite que se haga de manera planificada. Es algo que nos tiene muy esperanzados en esto que se había convertido en un talón de Aquiles, que es el funcionamiento regular de una institución.



-Usted mencionó el Museo de Arte Precolombino. ¿Cómo se resolvió ese tema con la municipalidad?
-Raúl Alcaíno dijo que tenía la solución para este caso, y que en estas semanas iba a llegar a acuerdo con el museo. Pero para mí eso es un ejemplo de las situaciones de irresponsabilidad de las que por desgracia se tiende a responsabilizar al Gobierno, cuando se trata de un museo privado y de un alcalde -Lavín- que dejó de cumplir con sus obligaciones. Es algo que escapa a las posibilidades de previsión y acción. El tema de los municipios es clave. Si no se la juegan, si no son responsables con sus compromisos, es difícil pensar que vamos a lograr instalar un tejido cultural que llegue adonde más se necesite. El nivel regional que trabajamos como Consejo tiene un límite; la institucionalidad cultural necesita completarse en el nivel municipal.





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