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Scotland Yard respaldará la investigación por atentado contra Bhutto

Partido Popular de la asesinada líder ha rechazado la versión oficial sobre la autoría y las causas de la muerte de la líder opositora.


El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, aceptó la ayuda de Scotland Yard en la investigación del atentado contra Benazir Bhutto, tras expresar su «convicción» de que los responsables son los líderes radicales paquistaníes Fazlullah y Baitullah Mehsud.



En un mensaje a la nación retransmitido por televisión, el presidente afirmó que ha pedido ayuda al primer ministro británico, Gordon Brown, y que el equipo de Scotland Yard llegará «de inmediato» a Pakistán para ayudar a los investigadores paquistaníes.



El gobernante confió en que la ayuda de expertos británicos llenará las «lagunas» que pueda tener el equipo investigador paquistaní y permitirá acabar con las «dudas» suscitadas por su trabajo.



El Partido Popular de la asesinada Bhutto ha rechazado la versión oficial sobre la autoría y las causas de la muerte de la líder opositora y exigido una investigación internacional.



Tanto el Reino Unido y Estados Unidos como Francia a través de su ministro de Exteriores, Bernard Koucher, de visita en Islamabad, habían ofrecido a Pakistán la ayuda de sus expertos.



El Gobierno había atribuido el atentado al líder tribal Mehsud, que opera en la zona de Waziristán, fronteriza con Afganistán, y está presuntamente vinculado con Al Qaeda.



Hoy Musharraf responsabilizó también al mulá Fazlullah, cuyas milicias se han hecho fuertes en el valle norteño del Swat y son combatidas desde hace meses por el ejército.



En su mensaje a la nación, el presidente defendió la decisión de la Comisión Electoral de posponer las elecciones convocadas para el 8 de enero hasta el 18 de febrero.



Aunque mantuvo que su «deseo personal» era que se hubiera mantenido la fecha original, calificó de «necesaria y absolutamente correcta» la decisión de la Comisión Electoral en vista de los destrozos de material y sedes de votación causados durante los disturbios que siguieron a la muerte de Bhutto.



Musharraf condenó a los «elementos políticos» y los «malhechores» que se aprovecharon del drama sufrido por la nación para lanzarse al saqueo y el pillaje y exigió al Gobierno que los responsables sean castigados.



Anunció que el ejército y los paramilitares seguirán desplegados en la provincia sudoriental de Sindh -donde se ha registrado la mayor violencia- hasta las elecciones y después de ellas, un despliegue que calificó de «vital».



El presidente advirtió de que «no se tolerará ninguna agitación» y pidió a la población mantener la calma para que se puedan celebrar unas elecciones no sólo libres, justas y transparentes, sin también pacíficas.



EFE

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