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Musharraf niega participación de servicios secretos en muerte de Bhutto

Para el presidente paquistaní, quienes mataron a la líder opositora «son los mismos» que en los últimos tres meses han atentado en 19 ocasiones contra soldados y agentes de inteligencia.


El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, negó la participación de sus servicios secretos en el atentado que costó la vida a la opositora Benazir Bhutto, cuyo partido insistió en reclamar una investigación internacional.



La autoridad compareció ante la prensa extranjera en Islamabad, tras hacerlo ayer ante su nación con un mensaje televisado, para calificar de «chiste» la insinuación de que agencias del gobierno pudieran estar detrás de la muerte de la opositora.



«Ninguna organización de inteligencia de Pakistán es capaz de adoctrinar a un hombre para que se suicide», mantuvo Musharraf en la comparecencia, retransmitida por la cadena Dawn.



Sólo «ciertas personas» son adoctrinables y capaces de ejecutar un ataque suicida, añadió.



Según Musharraf, quienes mataron a Bhutto «son los mismos» que en los últimos tres meses han atentado en 19 ocasiones contra soldados y agentes de inteligencia paquistaníes, por lo que consideró un «chiste» creer que atentarían contra sus propias filas.



Al mismo tiempo, el presidente admitió que no está «completamente satisfecho» con la investigación que ha efectuado hasta ahora el Gobierno, y que esa fue la razón de que solicitara ayer la ayuda de expertos británicos.



«No nos importa llegar hasta donde haga falta, pues nadie del Gobierno o de sus agencias está implicado» en el asesinato, dijo.



Musharraf confió que la intervención de Scotland Yard en la investigación acabe con «cualquier sospecha de implicación oficial» en el atentado.



Sin embargo, el Partido Popular (PPP) que lideraba Bhutto ya ha dejado claro hoy que no se conformará con menos que una investigación a cargo de la ONU del estilo de la comisión-Hariri, descartada por Estados Unidos y Francia porque, en este caso, no hay sospechas de implicación de otro país.



El líder paquistaní calificó de «acusaciones sin base» las que dejó por escrito Bhutto, quien lo consideró «responsable» de su muerte por hacer caso omiso a sus advertencias de que miembros de los servicios de inteligencia quería matarla.



Para Musharraf, si hay una responsable de la muerte de Bhutto es ella misma, que «ignoró» todas las peticiones de que tomara precauciones en sus mítines porque su vida corría «serio peligro».



El presidente respondió también a las acusaciones del PPP de que la gubernamental Liga Musulmana-Q está intentado un fraude electoral con la compra de votos, supuestamente con fondos entregados por Estados Unidos para la lucha antiterrorista.



Musharraf aseveró que «todos los partidos» intentan ganarse adeptos a través de sus «amistades» e «influencias» y que eso «no se limita al partido gubernamental».



También desmintió las denuncias del PPP de que un millar de sus activistas han sido detenidos, tras concretar que hubo arrestos durante la ola de disturbios que siguió a la muerte de Bhutto pero que ya han sido liberados.



Pero reiteró que el gobierno «no tolerará ninguna agitación». «No puedo permitir que la economía de este país se venga abajo» a consecuencia de más desórdenes, dijo.



Los disturbios llevaron al Ejecutivo a desplegar el ejército y los paramilitares en toda la provincia de Sindh -cantera de votos del PPP-, donde hoy se produjeron 114 detenciones sólo en la ciudad de Hyderabad, según el jefe de policía distrital, Imran Shuakat.



El sucesor de Musharraf al frente del ejército, Ashfaq Kiyani, se pronunció por primera vez en público desde su promoción para asegurar que las tropas encargadas del «reto» de garantizar la seguridad para los comicios dispondrán de «todos los recursos esenciales para completar la tarea con éxito», según la agencia estatal APP.



Mientras, en el país se reanudó una campaña electoral que se perfila virulenta, con acusaciones de un líder de la PML-Q de que detrás del asesinato de Bhutto está su propio esposo, Asif Alí Zardari, nuevo líder del PPP.



En una concentración en Lahore, el líder de la Liga-Q en la provincia de Punjab, Chaudhry Elahi, recordó las sospechas de que Zardari asesinó al hermano de Bhutto, Murtaza, y acuñó un nuevo eslogan para su partido: «Salvemos a Pakistán de Zardari, el saqueador».



Zardari, por su parte, ya ha conseguido que muchos paquistaníes llamen a la Liga-Q la Liga-Qatil o Liga Asesina.



EFE

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