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Bush dice que Israel debe terminar la «ocupación» iniciada en 1967

Resultado final de las negociaciones para un acuerdo de paz definitivo debe ser, en opinión del gobernante, un estado de Israel con »fronteras reconocidas internacionalmente y seguras», y un estado de Palestina »viable, contiguo, soberano e independiente».


El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que Israel debe terminar la «ocupación» de la tierra palestina que data de la guerra de 1967, en una declaración que detalla por primera vez los parámetros de un futuro acuerdo de paz.



En una intervención cuidadosamente preparada desde el Hotel Rey David de Jerusalén, donde se aloja, afirmó que ambas partes tendrán que hacer «concesiones difíciles en términos políticos» y marcó la pauta de por dónde cree que deben marchar las conversaciones.



El presidente usó dos palabras cargadas de significado, al hablar de «ocupación» y llamar «Palestina» por primera vez al futuro estado que emerja, junto a Israel, en Tierra Santa.



El mandatario sugirió dar compensaciones económicas a los 4,4 millones de refugiados palestinos -según cifras de la ONU-, que reclaman volver a los hogares que ellos o sus padres o abuelos dejaron en lo que ahora es Israel durante la guerra de 1948.



Es una idea que ha rodado por el ámbito diplomático por algún tiempo, pero que hasta ahora Estados Unidos no había suscrito, según confirmó el Consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley, en una rueda de prensa posterior a la intervención de Bush.



«El acuerdo debe establecer a Palestina como la patria del pueblo palestino, del mismo modo que Israel es la patria del pueblo judío», dijo Bush.



Con esta declaración y la realizada ayer cuando habló de Israel como «un estado judío», Bush parece indicar que los palestinos exiliados no volverían a Israel -lo que de otra forma podría convertir a los árabes en mayoría en ese país-, sino al futuro estado de Palestina.



Sobre la cuestión del territorio, el presidente señaló que «debe ponerse fin a la ocupación que comenzó en 1967».



Fue entonces, en la llamada «Guerra de los Seis Días», cuando Israel capturó Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán sirios, Jerusalén Este y el Sinaí, una península que posteriormente devolvió a Egipto.



Hadley matizó, sin embargo, que la declaración de Bush no significa que Estados Unidos exija a Israel que retorne en su integridad todos esos territorios, donde viven actualmente más de 230 mil colonos hebreos.



«Las fronteras del nuevo estado tendrán que ser negociadas por ambas partes», dijo el funcionario.



Bush ya habló de terminar la «ocupación» en un discurso en 2002, pero había evitado usar esa expresión desde entonces.



El presidente dijo que el futuro acuerdo entrañará cambios en las líneas del armisticio de 1949, alcanzado tras la primera guerra de los israelíes contra los países árabes, «de forma que se refleje la realidad actual».



El resultado final de las negociaciones debe ser, en su opinión, un estado de Israel con «fronteras reconocidas internacionalmente y seguras», y un estado de Palestina «viable, contiguo, soberano e independiente».



Ese nuevo estado incluiría a Gaza, pese a que ahora la Franja está controlada por el grupo islámico Hamas, que se niega a reconocer el derecho de Israel a existir.



Hadley dijo que los negociadores deberán estudiar los vínculos posibles entre Gaza y Cisjordania para que el nuevo estado tenga territorio «contiguo».



En cuanto al futuro de Jerusalén, que tanto la ANP como Israel reclaman como su capital, Bush no ofreció sugerencias, sino que afirmó que será «uno de los desafíos más difíciles en el camino hacia la paz».



El presidente describió los principios que puso hoy sobre la mesa como «un punto de partida» de las negociaciones y Hadley señaló que «reflejan el diálogo actual de las partes».



Para dar fuerza al proceso, Bush volverá «al menos una vez, y quizá dos, a la región» antes del fin de su mandato, en enero de 2009, informó Hadley, quien no quiso dar más detalles.



Durante una visita hoy a la Mukata, la sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Ramala (Cisjordania), el presidente se mostró convencido de que israelíes y palestinos llegarán a un acuerdo de paz antes de que él salga de la Casa Blanca.



Bush partirá mañana para Kuwait, con lo que iniciará la segunda parte de su gira por Oriente Medio, que le llevará a cinco países árabes. El presidente pidió hoy a estos países «que tiendan la mano a Israel», algo, que en su opinión, deberían haber hecho hace tiempo.



EFE

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