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Chávez sigue ‘a la orden’ para dar pasos ‘audaces’ hacia paz de Colombia

El mandatario venezolano instó a su par colombiano Alvaro Uribe a reconocer a las FARC el estado de beligerancia. «si las FARC lo acepta, las FARC entrarían de inmediato en los protocolos de Ginebra», lo que incluirá el fin de los secuestros y de otras acciones contra la población civil, argumentó Chávez.


El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, alentado por la ex legisladora Consuelo González de Perdomo, una de las dos rehenes recientemente liberadas por las FARC, confirmó este domingo que sigue «a la orden» para buscar acuerdos de paz en Colombia.



Para ello, exhortó a su colega colombiano, Álvaro Uribe, «ser audaz» y «dar un paso histórico», lo que opinó sería reconocer la beligerancia de los grupos guerrilleros colombianos activos desde hace más de medio siglo y considerados terroristas recién desde 2001, por «presiones» de Estados Unidos, sostuvo.



«Si usted le reconoce a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) el estado de beligerancia, por ejemplo, y las FARC lo acepta, las FARC entrarían de inmediato en los protocolos de Ginebra», lo que incluirá el fin de los secuestros y de otras acciones contra la población civil, remarcó Chávez dirigiéndose a Uribe durante su programa dominical «¡Aló, presidente!».



«Yo no estoy de acuerdo con el secuestro, eso es horrible, contrario a la naturaleza humana, sea quien sea el que lo haga (…), ni estoy de acuerdo, tampoco, con la vía armada y esa es una de las cosas que yo quisiera hablar con Marulanda», subrayó Chávez en alusión al apodo del máximo jefe de las FARC, Pedro Antonio Marín.



La liberada ex congresista colombiana Consuelo González, invitada al programa de Chávez, reiteró allí que luchará para que fructifique un acuerdo de canje de rehenes de la guerrilla por insurgentes presos, como también dijo que lo haría la ex candidata a la Vicepresidencia de Colombia Clara Rojas, liberada asimismo el jueves pasado junto a González, y quien regresó hoy a su país.



González le pidió expresamente a Chávez instar a los líderes guerrilleros a dejar de lado el secuestro como arma de lucha.



«Presidente Chávez, si en alguna oportunidad usted puede entablar una charla con los voceros de las FARC, trate de hacerles entender que en una lucha revolucionaria, que debe tener como propósito central el hombre, no se cometan actos como el secuestro, porque atentan contra la dignidad humana y toda posibilidad de instaurar una democracia en la zona», sostuvo González.



«Yo sé que con la acción coordinada de su gobierno y el de Colombia, y con todas aquellas naciones que quieran tendernos la mano para la búsqueda de la paz, lograremos el entendimiento», agregó la ex congresista.



A su vez, el gobernante venezolano le pidió: «Si tú logras hablar con el presidente Uribe, llévale un saludo» y que considere que «en el tema de buscar la liberación de todos, yo estoy a la orden de Colombia, del Gobierno, de la guerrilla (…), y dar pasos audaces para lograr que se abra la vereda, el camino hacia la paz, que no será nada fácil después de 60 años».



«En Colombia ya estamos cansados de pagar con vidas humanas y con sangre humana los intereses de unos que no son la mayoría», añadió González, ante lo cual Chávez dijo: «Las FARC deben tomar en cuenta estas palabras, la solicitud de Consuelo, a la que yo me sumo».



A la par, el gobernante venezolano se preguntó: «¿no podrá un presidente colombiano, quien sea, sentarse con Marulanda, o con quien sea a discutir esto? ¡Ya basta y quienes nos sentimos hermanos de Colombia tenemos que ayudar, aunque nos tiren piedras!», exclamó.



«La guerra civil» colombiana, opinó Chávez, necesita en primera instancia «humanizarse, si es que esa expresión fuera posible, porque no hay guerra humanizable», pero la colombiana «no está regulada por ley alguna», y en ese camino «creo que es necesario dar pasos audaces» como admitir beligerancia política a las guerrillas.



Chávez insistió en que respeta la soberanía de Colombia y que con su propuesta no tiene «ninguna intención de inmiscuirme» en los asuntos internos de esa nación, pero remarcó que «la guerra civil colombiana» constituye un problema que «trasciende las fronteras de Colombia» y afecta directamente a Venezuela.



«El tema hay que empezar a hablarlo, hay que quitarse el velo (…); presidente Uribe, piénselo, como estadista que usted es», agregó y asimismo descartó que con ello esté practicando «un chantaje», como dijo lo había tildado un ex presidente colombiano.



«Este problema en Colombia no tiene solución militar», pero «queda la solución política. ¡Vamos a politizarlo, hacer alta política para salir de la guerra», exhortó.



EFE

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