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Londres acusa a Moscú de tratar como un «rehén» al British Council

Rusia tildó el lunes de «provocación premeditada» la negativa del Gobierno británico a cerrar las filiales del British Council en San Petersburgo y Yekaterimburgo, como exigieron en diciembre.


El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, acusó a Rusia de tratar como un «rehén» al British Council, en respuesta a las amenazas de Moscú contra ese organismo de promoción de la cultura del Reino Unido.



Rusia tildó el lunes de «provocación premeditada» la negativa del Gobierno británico a cerrar las filiales del British Council en San Petersburgo y Yekaterimburgo, como exigieron el pasado diciembre las autoridades rusas una supuesta infracción legal.



«Semejantes amenazas sólo pueden empeorar las cosas», subrayó hoy Miliband en una respuesta parlamentaria por escrito.



«No interesa ni al Reino Unido ni a Rusia que los florecientes vínculos culturales, educativos y científicos sean tomados de esta manera como rehenes de asuntos con los que no guardan relación», afirmó el jefe de la diplomacia británica.



«Como el Gobierno ha dejado claro repetidamente a las autoridades rusas -dijo Miliband-, las actividades del British Council en San Petersburgo, Yekaterimburgo y en toda Rusia cumplen completamente la ley rusa e internacional en virtud de las Convenciones de Viena».



Según el titular de Exteriores, Londres estudiará «las últimas acciones de Rusia detenidamente» y seguirá abordando el contencioso en cooperación con sus aliados internacionales.



«Responderemos al Gobierno ruso en breve», agregó el ministro británico.



Tras divulgarse los comentarios de Miliband, el embajador ruso ante el Reino Unido, Yuri Fedotov, advirtió de que su país también podría adoptar medidas contra la sede del British Council en Moscú, a la que se permite, de momento, funcionar con normalidad.



«Si el British Council continúa desafiando a las autoridades rusas, yo diría que el próximo (paso) será (tomar medidas contra) el British Council en Moscú», declaró Fedotov a la emisora pública británica BBC Radio 4.



«Hasta ahora -añadió el embajador ruso-, el British en Moscú se ha respetado como acto de buena voluntad, aunque cuestiones legales que afectan a las oficinas del British Council en otros lugares también incumbe a (la sede de) Moscú».



El lunes, el embajador británico en Moscú, Tony Brenton, fue citado por segunda vez en los últimos seis meses -la anterior estuvo relacionada con el asesinato del ex espía ruso Alexander Litvinenko- a la sede de la Cancillería rusa en relación con el conflicto.



Esta polémica es el último episodio de las tensas relaciones que Londres y Moscú mantienen desde el asesinato en 2006 del ex Litvinenko, quien dejó una carta en la que responsabilizó de su muerte al presidente ruso, Vladímir Putin.



Las autoridades británicas han solicitado la extradición del también ex agente secreto, empresario y diputado Andréi Lugovói, principal sospechoso de la muerte de Litvinenko, envenenado con una sustancia radiactiva en Londres en noviembre de 2006.



Sin embargo, Moscú sostiene que la Constitución rusa prohíbe expresamente la extradición de nacionales del país.



La negativa rusa provocó el pasado verano una crisis bilateral que desembocó en la expulsión de cuatro diplomáticos rusos de Londres y otros tantos diplomáticos británicos de Moscú.



EFE

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