Publicidad

EEUU: Batalla electoral se traslada a Nevada sin bajas en candidatos

Primarias celebradas en Michigan, lejos de aclarar el panorama, han enmarañado aún más el campo republicano. En el lado demócrata, la situación es igual de incierta.


La batalla electoral se traslada este miércoles a Nevada sin visos de haber avanzado en el proceso de selección de los candidatos y con la certeza de que los tres demócratas y los siete republicanos que siguen en liza son, todavía, multitud.



La campaña está tan abierta en ambos bandos que ninguno de los ganadores de las principales batallas libradas hasta ahora ha repetido victoria.



Las primarias celebradas ayer en el estado de Michigan, lejos de aclarar el panorama, han enmarañado aún más el campo republicano, al ganar uno de los aspirantes que figuraba más atrás en la carrera, el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney.



Este político y hombre de negocios, fundador de uno de los mayores fondos de capital riesgo de EE.UU., estaba en una posición de debilidad frente a sus contrincantes, dado que hasta ahora sólo había ganado en un estado poco relevante, Wyoming.



Al vencer en Michigan, Romney está en igualdad de condiciones para competir con el vencedor de las primarias de Nuevo Hampshire, el senador John McCain, y en superioridad para hacer frente al ganador de los «caucus» de Iowa, Mike Huckabee.



De hecho, de cara a la convención republicana del próximo mes de septiembre, en la que se proclamará oficialmente un candidato, Romney ha logrado ya el apoyo de 42 delegados, frente a los 22 que tienen Huckabee y los 19 McCain.



Junto a ellos siguen estando en la carrera electoral, aunque con menos posibilidades de vencer, el ex senador y actor Fred Thompson, el congresista Ron Paul, el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani y el congresista Duncan Hunter, que prácticamente no existe.



Coincidiendo con los «caucus» de Nevada, el Partido Republicano celebrará el próximo sábado primarias en el estado de Carolina del Sur, lo que podría clarificar algo más el panorama y animar a alguno de los contendientes a abandonar la carrera.



Incertidumbre demócrata



En el lado demócrata, la situación es igual de incierta, aunque mucho más sencilla, pues sólo hay tres jugadores realmente en liza, el senador Barack Obama, ganador en Iowa; la ex primera dama Hillary Clinton, vencedora en Nuevo Hampshire, y el ex senador John Edwards, que se mantiene a una cierta distancia de los dos primeros.



Un cuarto demócrata, Dennis Kucinich, se mantiene aún en la campaña, pero su presencia es meramente testimonial.



Los tres candidatos demócratas decidieron no hacer campaña en Michigan, lo que les ha permitido dedicarse mucho más tiempo a los «caucus» de Nevada del próximo sábado.



Debido a su virtual empate en las encuestas, Clinton y Obama han protagonizado en los últimos días un duro enfrentamiento, que en algunos momentos ha tenido tintes raciales.



Detrás de la polémica se encuentran las referencias que hizo en su día Obama a la lucha por los derechos civiles del reverendo Martin Luther King, asesinado hace 40 años y de cuyo legado el senador afroamericano se considera heredero.



La senadora Hillary Clinton ha reconocido públicamente la valía de los ideales que defendía el reverendo, pero cree que nunca hubieran podido convertirse en realidad de no haber sido por la voluntad del presidente Lyndon Johnson, que firmó la leyes que acabaron con la discriminación racial.



Tras varios días de acusaciones mutuas y recriminaciones raciales, en los que intervinieron incluso los herederos de Martin Luther King, los candidatos decidieron suavizar el tono de su enfrentamiento y abrir una tregua.



En un debate celebrado ayer en Las Vegas, la mayor ciudad del estado de Nevada, Obama, Clinton y Edwards mostraron un talante dialogante y conciliador, dando una imagen de unidad frente a las divisiones que, en su opinión, sufren los republicanos.



Clinton afirmó públicamente que todos los candidatos demócratas forman parte de la misma «familia», mientras Obama le devolvió el gesto, al señalar que los tres aspirantes mantienen el mismo compromiso por la igualdad racial que Martin Luther King.



No obstante, en algunos momentos de debate volvió a aparecer el tema racial, especialmente relacionado con el voto hispano, que Obama ha estado cortejando en los últimos días.



La senadora se vio obligada a explicar un comentario que hizo recientemente su marido, Bill Clinton, acerca de que los latinos nunca votarían a un candidato de color, y dijo que esta afirmación estaba basada en datos históricos.



En su respuesta, Obama se mostró convencido de que los latinos le votarán cuando conozcan sus posiciones y sus antecedentes, afirmación que, más que rebatir al comentario de Bill Clinton, revelaba curiosamente un cierto grado de acuerdo con él.



EFE

Publicidad

Tendencias