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Colombia: Canciller dice que está dispuesto a marchar contra paramilitares

«Si se me presenta la oportunidad, si estoy en Colombia y hay una marcha en contra de los paramilitares, allí estaré diciéndole no al terrorismo», dijo Fernando Araújo, en medio de la polémica sobre la eventual influencia del gobierno colombiano en las protestas contra las FARC.


El canciller colombiano, Fernando Araújo, aseguró este viernes en EEUU que el Gobierno de su país no estuvo detrás de la movilización mundial contra la guerrilla de las FARC, e indicó que, si tiene la oportunidad, asistirá a la marcha que se planea hacer el 6 de marzo contra los paramilitares.



«Si se me presenta la oportunidad, si estoy en Colombia y hay una marcha en contra de los paramilitares, allí estaré diciéndole no al terrorismo, diciéndole no a la violencia, diciéndole no al secuestro», afirmó Araújo en declaraciones a los periodistas en la OEA.



Araújo, de visita oficial en Washington, aseguró, durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA que las marchas del pasado 4 de febrero fueron una expresión «totalmente espontánea» de los colombianos contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), guerrilla que lo tuvo como rehén hasta diciembre de 2006, cuando se fugó de sus captores.



La iniciativa de la marcha mundial partió del ingeniero colombiano Óscar Morales, de 33 años, que logró que su idea de una protesta en la red social de internet Facebook contra las FARC tuviera eco y se hiciera real en más de 130 ciudades del mundo.



El canciller acudió al foro regional para explicar los avances y preparativos para la Asamblea General de la OEA, que se realizará entre el 1 y 3 de junio próximos en la ciudad de Medellín con el eje temático «La Juventud y Valores Democráticos».



Descarta vínculo



Pero, más allá de destacar los logros del presidente Álvaro Uribe en materia de seguridad y la mejora de los indicadores sociales, la visita de Araújo pareció dirigida a atajar la polémica sobre la presunta politización de las marchas contra la guerrilla.



Así, tanto en el Diálogo Interamericano como en su encuentro con los periodistas en la Organización de Estados Americanos (OEA), el canciller mantuvo que el Gobierno no tuvo nada que ver con la organización de las marchas.



Las movilizaciones en más de 130 ciudades de Colombia, América Latina, Estados Unidos, Europa, Asia y Oceanía generaron polémica porque estuvieron dirigidas a condenar exclusivamente el terrorismo de las FARC sin cuestionar a los otros actores armados del conflicto interno que padece Colombia desde hace más de cuatro décadas.



Sin embargo, Araújo aseguró en reiteradas ocasiones que el Gobierno no se gastó «ni un centavo» del presupuesto nacional para las marchas, ni para gastos como arriendo de autobuses, o compra de refrigerios o camisetas.



Aunque reconoció que la cancillería pidió a los consulados que apoyasen a los organizadores, principalmente para la obtención de permisos, insistió en que «no atendemos la cancillería con criterio político».



Las marchas deben entenderse no como una acción política del Gobierno de Uribe sino «como un rechazo al terrorismo, un rechazo a la violencia y específicamente un rechazo al secuestro y a las FARC».



Agregó que «ningún grupo político en Colombia puede atribuirse una ventaja o una autoría en relación con esto», pese a que algunos sectores de oposición han criticado que los «uribistas» han buscado rédito político de las marchas para promover una segunda reelección de Uribe, en el poder desde agosto de 2002.



Y los parasÂ…



Preguntado sobre si el Gobierno condena por igual la violencia de las FARC y la de los «paras», Araujo respondió: «claro que la condenamos, nosotros condenamos la violencia venga de donde venga, la combatimos venga de donde venga».



Aseguró que los paramilitares «han sido sometidos por el Estado colombiano, fueron combatidos con las armas, fueron dados de baja y posteriormente se acogieron a un cese de hostilidades y un proceso de paz regulado por la ley colombiana».



Por otra parte, durante su presentación en el Diálogo, criticó la «intransigencia» de los rebeldes y aseguró que «la salida del acuerdo humanitario pasa únicamente por la voluntad de las FARC de hacerlo».



«Mientras las FARC vean que en el acuerdo humanitario o en la liberación de secuestrados pueden encontrar algún provecho político, no van a aceptar la liberación», subrayó.



TLC



Asimismo, insistió en la urgencia de que el Congreso de Estados Unidos apruebe el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los dos países, porque «a una persona que está sin empleo en Colombia» no se le puede decir que «esperemos al año entrante».



El TLC se encuentra «empantanado» en el Congreso ante las objeciones de los demócratas que exigen más progresos en materia laboral y de derechos humanos en Colombia.



Por otra parte, Araújo mostró un tono conciliador con el Gobierno de Venezuela, al considerar que los altibajos en las relaciones bilaterales forman parte de su «devenir histórico», y confío en que ambos países podrán superar las asperezas actuales.



Antes de regresar a Colombia mañana, Araújo firmará hoy «un memorando de entendimiento» mediante el cual su Gobierno, a través de la OEA, entregará una contribución de un millón de dólares a la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD).

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