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Al menos 11 muertos deja día de violencia en suburbios de Río Janeiro

Según la policía, seis de los hombres que eran perseguidos murieron en los enfrentamientos y otros dos consiguieron escapar saltando por los tejados de las viviendas.


Al menos seis supuestos delincuentes murieron este viernes baleados por policías de Río de Janeiro, en una jornada violenta que dejó en total 11 muertes en diferentes incidentes, informó la policía.



El tiroteo ocurrió en la madrugada en el suburbio de Todos los Santos, informó la Policía Militar del Estado de Río de Janeiro.



Las víctimas, junto con otras dos personas que al parecer consiguieron huir, estaban en dos vehículos que levantaron sospechas cuando pasaron frente a una patrulla policial en Grajaú, un barrio de la zona norte de Río de Janeiro.



Con la llegada de refuerzos policiales que terminaron cercándolos, los ocho hombres abandonaron los automóviles que ocupaban y penetraron en diferentes residencias en Todos los Santos, en las que se registraron los tiroteos.



Según la policía, seis de los hombres que eran perseguidos murieron en los enfrentamientos y otros dos consiguieron escapar saltando por los tejados de las viviendas.



La policía informó de que ninguno de los habitantes de las residencias invadidas sufrió heridas o llegó a ser tomado como rehén.



Por otra parte, en una concurrida autopista que conecta el centro con los suburbios del norte y oeste de la ciudad fue asesinado a balazos un sargento de la policía militar que trabajaba como escolta del secretario de Seguridad Pública del estado de Río Janeiro.



El sargento Natan Evaristo da Silva, que formaba parte del equipo de seguridad del secretario José Mariano Beltrame, fue acribillado dentro de su automóvil aparentemente tras oponerse a un robo.



El automóvil del sargento fue alcanzado por unos 80 disparos de armas largas y revólveres, según la policía.



«Nosotros hemos logrado anticiparnos a varias acciones criminales, pero no logramos anticiparnos a todas», dijo Beltrame a periodistas durante el entierro de da Silva.



«La Policía Civil y la Policía Militar de Río de Janeiro están trabajando mucho», dijo Beltrame, que junto al gobernador del estado, Sergio Cabral, defiende un política de mano dura y enfrentamientos a sangre y fuego a las bandas de narcotraficantes que dominan las favelas de la ciudad.



Familiares de da Silva y colegas de trabajo exhibieron en el entierro pancartas pidiendo «paz y seguridad para los policías civiles y militares».



En la mañana de este viernes también fueron localizados cuatro cadáveres dentro de un vehículo abandonado en la entrada de la favela Vila do Joao, en el llamado complejo das Maré, una de las más peligrosas barriadas de la zona norte de la ciudad.



Según la policía las víctimas fueron «ajusticiadas» en un aparente ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes rivales.



EFE

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