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La tribu que lucha contra una corporación transnacional

La tribu Achuar, que ha vivido durante miles de años en la selva, acusa a la compañía de contaminar su territorio durante más de 30 años, haciendo perforaciones petroleras, provocando enfermedades e incluso muertes, y destruyendo su tierra y su modo de vida irreparablemente.


Por Dan Collyns



Es una historia familiar. Una gran corporación llega a una selva impoluta y comienza a destruir el medio ambiente y, sucesivamente, el medio de sustento de la población indígena que vive ahí.
Pero ahora la trama parece que se invierte, pues han surgido casos de pueblos indígenas que están invadiendo el terreno de las grandes corporaciones para retarlas en su propio juego.
Una de esas historias es la de la tribu Achuar, que vive en la selva amazónica del noreste de Perú.



El año pasado, los Achuar entablaron una demanda contra el gigante petrolero Occidental Petroleum, en Los Ángeles, Estados Unidos.
Ahora están a la espera del pronunciamiento de un juez, que decidirá si el caso puede procesarse en EE.UU. o si es necesario devolverlo a Perú, donde se estima que no tendría posibilidades de llegar a los tribunales.



«Sin información creíble»



La tribu Achuar, que ha vivido durante miles de años en la selva, acusa a la compañía de contaminar su territorio durante más de 30 años, haciendo perforaciones petroleras, provocando enfermedades e incluso muertes, y destruyendo su tierra y su modo de vida irreparablemente.



La Occidental Petroleum, que abandonó Perú hace ocho años, niega su responsabilidad en el caso.



La empresa respondió señalando: «No estamos al tanto de una información creíble sobre el impacto que tuvieron las operaciones de Occidental en Perú en relación con la salud de la comunidad».
La bonanza petrolera comenzó en Perú hace casi 40 años cuando muchas compañías extranjeras recibieron invitaciones de varios gobiernos para hacer pruebas y perforaciones en la zona amazónica.
Lo que no tomaron en cuenta fue el devastador impacto que tendría sobre los pobladores nativos, principalmente los Achura; es decir, sobre su gente, su modo de vida y su salud.



El líder espiritual de los Achuar, Tomas Mayna, quien viste un brillante traje rojo hecho con plumas de tucán y tiene la cara pintada con motivos de guerra, es el demandante en esta acción judicial contra la compañía.



Mayna asegura que todo cambió cuando llegaron las petroleras. Dice que los animales se escaparon, los peces murieron y sus cosechas comenzaron a marchitarse.



«El Estado peruano sólo quiere extraer tanto petróleo como pueda de nuestra tierra. Hicieron millones de dólares, pero nosotros no los hemos visto».



«Sabemos que hay riqueza aquí y habrá más perforaciones, así que el Estado nos seguirá matando. Pero a veces cuando hay presión, el estado cede», agrega.



En la demanda se acusa a Occidental Petroleum de ignorar los estándares de la industria y de utilizar métodos obsoletos, desechando en un lapso de 30 años cerca de nueve mil millones de barriles de desperdicios tóxicos en los arroyos y ríos
Después de que Occidental abandonó el lugar, sus operaciones pasaron a manos de Pluspetrol.



Pluspetrol acordó cambiar sus métodos a finales de 2006 cuando los Achuar, después de varios intentos de negociación decidieron tomar acciones directas.



Escopetas y lanzas



Muchos de los Achuar más ancianos pelearon una vez en guerras tribales con sus vecinos. Ahora finalmente tienen la oportunidad de golpear a sus nuevos enemigos donde más les duele: en sus bolsillos.

Aunque armados con escopetas y lanzas, ocuparon y tomaron pacíficamente los pozos petroleros del Amazonas en octubre de 2006.



Ante la pérdida de millones de dólares diarios, tanto el gobierno como la empresa se vieron obligados a sentarse a negociar.
Los Achuar consiguieron un compromiso de Pluspetrol de reducir la contaminación y pagar millones de dólares para limpiar y establecer un plan de salud de 10 años.



«Toda una generación sufrió daños a la salud. ¿Cómo podemos quedarnos callados como lo hicieron nuestros padres?», se pregunta Petronila Chumpi, de 29 años.



«No podemos permitirlo, somos una nueva generación, sabemos como leer y escribir y tenemos que ayudar a nuestra gente porque ellos no tenían el conocimiento para defenderse en contra de las petroleras, pero ahora nosotros sí».



Mejoras



Incluso al desplazarse en lanchas rápidas, llegar a Trompeteros es un largo viaje de todo un día que implica atravesar tres anchos ríos de la capital regional de Loreto, Iquitos. Un poblado de 3.000 habitantes está situado frente a Block Eight, uno de los principales pozos petroleros.



Los pobladores locales dicen que todavía hay contaminación y derrames petroleros, pero ahora los Achuar tienen transmisores de GPS para registrar los problemas apenas éstos ocurren.
Sin embargo, Pluspetrol, que se ha comprometido a pagar millones de dólares, ha mostrado su frustración de que el gobierno no esté desempeñando un papel más importante.



«Esta industria petrolera debería beneficiar a todo el mundo. Quizás hoy no es un beneficio para los indígenas y el gobierno debería encontrar la mejor forma de resolver ese problema», señaló Roberto Ramallo, gerente general de Pluspetrol Norte.
El problema que afrontan los Achuar -y otras tribus-, es que su vivienda se encuentra encima de lo que se consideran son enormes reservas de crudo.



Gracias al intenso empuje para subastarlas, casi tres cuartas partes de la amazonía peruana está en arriendo para proyectos de exploración y extracción.



La alta demanda global y el precio del petróleo también están haciendo que las compañías consideren a la amazonia peruana como un prospecto atractivo. ¿Pero es esto sostenible?
«Toda esta exploración petrolera en el Amazonas es un gran experimento», señaló Bill Powers de E-Tech, una firma de ingeniería, sin fines de lucro.



«Simplemente vienen a la selva, desarrollan el recurso, consiguen el beneficio económico e, históricamente, siempre ha sido que lo que suceda con quien estaba ahí antes, pasará».
«No hay plan, no hay un esfuerzo para asegurase de mantener su identidad cultural o que tengan algo que hacer una vez que los ríos y los bosques no suministren lo que proporcionaban antes», agregó Powers.



Planes futuros



El presidente Alan García propuso la privatización de extensas zonas de las selva, pero funcionarios locales dicen que el gobierno en Lima no entiende el impacto que tendría el proceso.
La principal autoridad de Loreto, Iván Vásquez, señala que hace falta ante todo preservar la diversidad del Amazonas.
«El ecosistema es el banco genético de la Amazonia, ya que junta matrices genéticas que no existen en otos lugares, miles de bases genéticas interconectadas».



«Ese es nuestro capital, el banco genético que tenemos que preservar para la humanidad, y para el mundo», aseveró.
Hasta ahora los Achuar han rechazado nuevas exploraciones petroleras en su territorio.



Su historia es un caso emblemático de resistencia para los indígenas amazónicos y no tiene precedentes en Perú.
Sin embargo, la selva peruana, la parte más extensa del Amazonas fuera de Brasil, sigue siendo el foco de una cacería global, sin tregua, para encontrar nuevas fuentes de combustibles fósiles.

BBCMundo.com

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