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Ejército brasileño instala hospitales de campaña para afrontar el dengue

En este momento ya están en funcionamiento diversas tiendas instaladas por el gobierno regional, que sirven para proporcionar suero a los pacientes, que, según los médicos, puede ser fundamental para disminuir la gravedad de la enfermedad.


El Ejército brasileño comenzó este viernes a instalar cuatro hospitales de campaña en Río de Janeiro para ayudar a combatir la epidemia de dengue que ha dejado al menos 54 muertos y 43.000 enfermos en el estado en lo que va del año.



Estos hospitales improvisados, en los que trabajarán 1.200 militares, fueron instalados en los suburbios de la ciudad más turística de Brasil, en las áreas más afectadas por esta enfermedad vírica, que es transmitida por un mosquito.



La previsión de las autoridades es que entren en funcionamiento el próximo lunes y que ayuden a descongestionar la red pública de hospitales.



En este momento ya están en funcionamiento diversas tiendas instaladas por el gobierno regional, que sirven para proporcionar suero a los pacientes, que, según los médicos, puede ser fundamental para disminuir la gravedad de la enfermedad.



El director del hospital estatal Albert Schweitzer, César Fontes Rodrigues, explicó que desde que fueron instaladas estas tiendas hace dos días, «las colas han disminuido mucho».



En su hospital el tiempo de atención media ahora es de entre dos a tres horas por paciente. Antes llegaba a cinco horas.



No obstante, según el director, la situación es «difícil», ya que el sistema hospitalario se ha «sobrecargado», sobre todo a partir de marzo, cuando los casos se dispararon.



Rodrigues aseguró que ahora en su hospital el dengue se diagnostica a más de 40 pacientes por día, mientras que a mitad de mes eran entre 25 y 30 casos y a comienzos de marzo, entre diez y quince casos.



Tan sólo a este nosocomio de la zona oeste de Río llegan entre 300 y 400 personas por día para realizarse las pruebas para determinar si han contraído la enfermedad.



En la atención médica dedicada al dengue participan ocho médicos, igual número de enfermeros y cinco pediatras, cuya labor es fundamental, porque «la mayor parte de contagiados son niños».



De los 54 muertos por la enfermedad, según el último balance del gobierno regional, 27 fueron niños de entre dos y trece años.



Rodrigues dijo que el hospital ha solicitado la contratación de más pediatras, pero que «no es fácil» por las carencias del mercado de médicos brasileño.



La alarma causada por la enfermedad llevó a una empresa de fumigación contra insectos a utilizar cloro para desinfectar las canalizaciones de aire acondicionado de una empresa en el centro de Río, que acabó con 75 personas intoxicadas en la noche del jueves.



EFE

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