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Denuncian corrupción en contrato con Alstom para «tren bala» de Argentina

El contrato con el consorcio Veloxia, que lidera Alstom y además integran la española Isolux y las argentinas Iecsa (Grupo Socma) y Emepa, prevé inaugurar la línea ferroviaria dentro de cuatro años y su coste es motivo de polémica.


La Coalición Cívica, una de las mayores fuerzas de la oposición en Argentina, denunciará este miércoles actos de corrupción en el contrato con un consorcio liderado por la francesa Alstom para construir el primer tren de alta velocidad del país.



El contrato suscrito el martes por la presidenta argentina, Cristina Fernández, violó normas de licitación pública y cambió el costo de la inversión, entre otros «escandalosos» actos ilícitos, subrayó la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.



Tales presuntas irregularidades serán denunciadas a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y a la Oficina Anticorrupción, como «paso previo» a una demanda ante la justicia en lo Contencioso Administrativo, apuntó a la radio Continental de Buenos Aires.



«No hay condiciones en el país para hacer una denuncia penal», aseguró Carrió, para quien el contrato para construir el «tren bala» que unirá Buenos Aires con Rosario y Córdoba, las ciudades más pobladas de Argentina, es «una distorsión corrupta de las necesidades del país» en materia de transporte.



El contrato con el consorcio Veloxia, que lidera Alstom y además integran la española Isolux y las argentinas Iecsa (Grupo Socma) y Emepa, prevé inaugurar la línea ferroviaria dentro de cuatro años y su coste es motivo de polémica.



Al lanzar la licitación de estas obras, el Gobierno de Fernández había calculado que demandaría un gasto de 1.500 millones de dólares, pero a comienzos de mes anunció que emitirá bonos de deuda hasta por 2.070 millones para financiarlas.



La propuesta de financiación había sido firmada con el banco francés Societé Generale, que a causa de sus problemas financieros fue reemplazado luego por el Natixis, también galo.



Al igual que otros dirigentes opositores, Carrió insistió en que las obras costarán entre 3.200 y 3.500 millones de dólares y remarcó que desde el anuncio de la adjudicación hasta la firma del convenio «se cambiaron las cifras, el banco que financiará las obras y las reglas contractuales».



La líder de la Coalición Cívica aseguró que «aparte de pagar estas costosas obras», el Estado argentino «terminará por pagar subsidios» para sostener la rentabilidad del «tren bala» cuando hubiera sido mejor y más barato modernizar el tendido ferroviario existente.



«Esto es un negocio no se sabe para quién», aseguró Carrió, quien obtuvo el segundo lugar en las elecciones que en octubre pasado llevaron a Fernández a suceder a su esposo, Néstor Kirchner, en la jefatura del Estado.



En medio de la polémica por el precio del «tren bala», el presidente de Alstom, Patrick Kron, sostuvo que en otro país ese servicio ferroviario «costaría cinco o seis veces más».



En una entrevista publicada hoy por el diario El Cronista, el empresario dijo que el tren de alta velocidad argentino será más barato porque se aprovechará un tendido ferroviario existente «sin necesidad de expropiaciones» de terrenos.



«Las condiciones geológicas, geográficas y jurídicas, además, no hacen prever incrementos de costos», indicó Kron, quien valoró las obras en 2.500 millones de euros (unos 3.875 millones de dólares), una cifra aún superior a la que denuncia la Coalición Cívica.



El Gobierno argentino calcula que se generarán 5.000 puestos de trabajo directos y 20.000 inducidos durante la construcción del «tren bala», que incluye 710 kilómetros de vías, su electrificación y señalamiento, además de la provisión del material rodante.



Argentina tiene en cartera otros dos concursos para disponer del tren de alta velocidad entre la capital y Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires), por una parte, y entre Buenos Aires y Mendoza (1.000 kilómetros al oeste de la capital argentina).



EFE

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