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Miles de trabajadores piden fin de impunidad y al alto costo de vida

Miles de trabajadores guatemaltecos demandaron este jueves a las autoridades poner fin a la impunidad que genera corrupción y alza en los servicios básicos, y detener el alto costo de vida que afecta a la mayoría de la población.


Con mantas y pancartas en mano y al grito de «pueblo unido jamás será vencido», los obreros guatemaltecos rechazaron la inseguridad, el aumento de los precios a los productos de la canasta básica y el nuevo aumento a la tarifa eléctrica.



«Hoy estamos pidiendo que se destierre y se mate a la impunidad porque mientras exista ese flagelo habrá corrupción, que se traduce en el alza desmedida y abusiva de los artículos de primera necesidad, de los servicios del transporte y la energía», dijo a Efe el secretario de la Central General de Trabajadores de Guatemala (CGTG), José Pinzón.



Los guatemaltecos, comentó, celebraron el 1 de mayo con un nuevo incremento a la tarifa de la energía eléctrica, aduciendo que se debe al incremento del precio del petróleo.



En efecto, la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) anunció que desde hoy la tarifa eléctrica se incrementó entre 7 y 15 por ciento, lo que vendrá a afectar más el bolsillo de miles de guatemaltecos.



Pinzón instó a los tres poderes del Estado a desterrar la impunidad y la corrupción para evitar que continúe subiendo la canasta básica.



«Los salarios en Guatemala están por la calle de la amargura, lloran sangre porque están por debajo de los 3.000 quetzales mensuales (400 dólares)».



El salario mínimo en Guatemala oscila en los 211 dólares mensuales, que según Pinzón, no alcanza ni para cubrir la canasta básica de alimentos, mucho menos para la educación, la salud y la vivienda.



Desde que iniciaron la manifestación en el Monumento al Trabajo, en el sur de la capital, hasta que llegaron a la Plaza de la Constitución, los más de 20.000 trabajadores se quejaron de la violencia, pero en especial del alto costo de vida en Guatemala, con más de 13 millones de habitantes, el 51 por ciento de ellos viviendo en condiciones de pobreza.



Los indígenas y campesinos demandaron a las autoridades detener las explotaciones mineras y que incrementen con carácter de urgencia nacional los salarios de todos los trabajadores.



En un pronunciamiento, el procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, dijo que Guatemala, como muchos otros países del mundo, vive en estos momentos los embates de graves desequilibrios en la actividad económica internacional.



Esas consecuencias, señaló, «se hacen recaer sobre hombres y mujeres cuya capacidad y voluntad es sólo el trabajo».



Según Morales, el aumento del desempleo, despidos injustificados, jornadas agotadoras y reducción de los salarios reales son la crisis que padecen los trabajadores en el país.



«Es preciso poner alto a la grave impunidad que prevalece en los campos de la vida nacional», dijo el Defensor del Pueblo, y advirtió que las conquistas laborales «están amenazadas debido a esa cultura impune que se traduce en el incumplimiento de los derechos».



La marcha, que fue cerrada por un grupo de ex guerrilleros encabezados por el ex comandante Pablo Monsanto, concluyó en la Plaza de la Constitución sin incidentes.



EFE

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